Lo que se aprende con las películas
101.Cuando un héroe es herido y está
internado en un hospital, jamás es visitado por sus padres o hermanos u otros familiares.
102.Si circulás
con tu vehículo a contramano nunca chocarás con el auto o camión que viene de
frente. Si tú lo esquivas girando a la derecha él lo hará hacia tu izquierda y
viceversa.
103.Quien al huir
salta desde un tren a la caja de un camión en marcha calcula todos los
movimientos y siempre acierta. El camión podrá estar cargado de basura o
porquerías pero nunca de objetos punzantes que puedan herir al protagonista.
104.La CIA y el
FBI están siempre enemistados y sus agentes se odian a muerte.
106.Los teléfonos
celulares tienen baterías de larguísima duración (quizás meses sin cargar).
107.Cuando un
vehículo realiza un giro cerrado, una frenada brusca o un trompo, en el mismo lugar de la calle existen marcas de neumáticos de idéntica maniobra.
108. Si el
teléfono suena en plena madrugada siempre hay uno en la mesita de luz; nunca
hay que levantarse e ir hasta el comedor. Además suena una vez y el sujeto
inmediatamente está perfectamente despierto y lúcido, sin lagañas y sale
prestamente, sin mandar a cagar al que lo llamó y darse vuelta y quedarse
durmiendo.
109. Las camas de
matrimonio fueron inventadas en USA luego de los ’70.
110. Para invitar
a una mina a hacer la porquería en los ’50 – ’60 debías invitarla a bailar,
salir a ver la luna, presentarte a sus padres e ir a un cine para autos. En la
década de los ’70 – ’80 la conocías en un pub y luego de unas miraditas
sensuales salían de la mano. Ahora es suficiente que le alcances el paquete que
se le cayó.
111. Los peatones
cruzan siempre en el medio de la cuadra, sin mirar para los costados, de golpe
nomás. Y los autos frenan...!! Y nadie los raja a puteadas...!!
112. Para tomar un
comprimido vía oral el sujeto debe hiper-extender violentamente la cabeza hacia
atrás, como si quisiera clavar una estaca con la nuca.
113. Los forenses usan rigurosamente guantes de latex para trabajar. Eso si: con esos mismos guantes supuestamente sucios agarran la carpeta, atienden el teléfono celular o se guardan la lapicera en el bolsillo del saco.
114. El protagonista es inmune a las astillas, espinitas, pequeños vidrios, etc. Nunca verán a ninguno pidiendo una pincita de cejas para sacarse una astillita aunque haya revuelto dos pilas de leña de la estufa.
115. Los taxistas conocen todas las ciudades como la palma de sus manos; llegan a cualquier lugar, en el medio de un bosque, sin GPS ni siquiera preguntar por dónde carajos queda.
116. Los ómnibus solo se utilizan si van a explotar o a ser secuestrados.
117. Los laboratorios con experimentos de química siempre tienen matraces y tubos de ensayo con líquidos de brillantes colores a los que les sale humo; nunca aburridos líquidos transparentes.
118. Las casas siempre son enoooormes de grandes aunque viva una pareja con un solo niño. Además tendrán una limpieza impecable: ni siquiera un juguetito tirado. Jamás verán a nadie limpiando u ordenando nada; las escobas y aspiradoras no existen.
119. Cuando un par de policías de particular (en mi época les decíamos tiras) ven al sospechoso caminando 50 metros adelante, le gritan "¡Oiga, Usted!" cosa de que el tipo se de vuelta, los vea y se raje. Jamás llegarán por atrás, despacito y, sin decir nada, lo agarren del cogote, como en mi Montevideo natal.
120. No hay minusválidos ni con capacidades diferentes en las calles de ninguna ciudad. Es más; no recuerdo haber visto ni siquiera un rengo rengueando en ninguna película.
117. Los laboratorios con experimentos de química siempre tienen matraces y tubos de ensayo con líquidos de brillantes colores a los que les sale humo; nunca aburridos líquidos transparentes.
118. Las casas siempre son enoooormes de grandes aunque viva una pareja con un solo niño. Además tendrán una limpieza impecable: ni siquiera un juguetito tirado. Jamás verán a nadie limpiando u ordenando nada; las escobas y aspiradoras no existen.
119. Cuando un par de policías de particular (en mi época les decíamos tiras) ven al sospechoso caminando 50 metros adelante, le gritan "¡Oiga, Usted!" cosa de que el tipo se de vuelta, los vea y se raje. Jamás llegarán por atrás, despacito y, sin decir nada, lo agarren del cogote, como en mi Montevideo natal.
120. No hay minusválidos ni con capacidades diferentes en las calles de ninguna ciudad. Es más; no recuerdo haber visto ni siquiera un rengo rengueando en ninguna película.
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