Cómo fue lo de los apóstoles

Cuenta la leyenda que Jesús había reunido a sus doce discípulos para decirles:
- "Ahora vamos a iniciar una prueba de fe y resistencia. ¿Ven esa colina? La vamos a subir y la vamos a bajar cantando y charlando. Y además cada uno de nosotros vamos a llevar una piedra proporcional a los defectos que creemos tener."

Cada uno de los apóstoles tomó la piedra que creía deber llevar, más o menos grande y pesada todos, menos Judas que agarró una chiquita y se la metió en un bolsillo de su pantalón.

Subieron y bajaron la colina, al rayo del sol. A llegar abajo uno de los discípulos le dice a Jesús:
- "Maestro: hemos cumplido la prueba pero tenemos mucha sed. Ayúdanos"

Jesús vio la verdad de los dichos y prometió:
- "Que cada piedra se transforme en agua."

Y así bebieron todos hasta hartarse; menos Judas, que apenas pudo mojar sus labios con su sorbito.

- "Vamos ahora. Sigamos caminando. Tomad otra piedra para que os acompañe en el camino" dijo Jesús.

Otra vez agarraron piedras pesadas, menos Judas, que agarró una tremenda roca que pesaba como media tonelada.
Allá iban todos caminando y cargando sus piedras.
Cuarenta kilómetros más adelante se cruzan con un labriego que araba, penosamente, en la tierra yerma de su casa. Violo Jesús y preguntole:
- "Pero buen hombre; estáis arando casi en el desierto. Esta tierra no os dará fruto alguno"
- "Tenéis razón, caminante. Pero es lo que tengo para alimentar a mi familia"
- "Discípulos míos: convertiremos nuestras piedras en abono para este desdichado"

Y así convirtió cada piedra en bosta fresca.
Judas, apenas asomando la cabecita por entre medio de 500 kilos de humeante mierda, alzó los brazos al cielo y exclamó:
- "Decime Dios si no es para traicionarlo!!!"