Mínimo Gurméndez |
Es sabido que los médicos tienen (tenemos) un gran anecdotario de situaciones disparatadas, y que además tienen (tenemos) mucho tiempo para contarlas y aderezarlas.
Así pues es que, en un esfuerzo editorial impresionante, pretendemos seguir con esta saga médica pidiendo a todos los amigotes galenos que contribuyan a llenar la galanga.
Todas y cada una de estas anécdotas son absolutamente reales. Solo le hemos dado color y anonimato.
Si bien no se puede generalizar, la mayoría de los Médicos de puerta están acostumbrados a "derivar" pacientes a los especialistas. Son los clásicos "médicos franceses": Loví Lopasé
En una Mutualista que en ese momento era la más grande del país por su número de afiliados, consulta un tipo. La Médica le pregunta porqué vino; el tipo le dice "Porque tengo una llaga"
Rápidamente le extiende una receta con un garabato diciendo que es el pase para el especialista.
El tipo lleva el pase al mostrador, le informan que espere al especialista que ya está convocado. Una hora después lo llaman, lo hacen pasar a un consultorio.
- "Buenas tardes, soy el Doctor Fulano. Sientesé en esa silla, por favor y abra la boca. ... Ajá ... Mmm ... Mire, ahora no le veo nada ..." dice el Otorrinolaringólogo.
- "Perdonemé Doctor, pero creo que hay un malentendido. No tengo llagas en la garganta. Tengo una llaga en el prepucio. Acá, ¿ve?" - dijo el tipo con cara de a mi nunca me la miraron siquiera y de a ver quien me trata la sífilis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario