por Máximo Gur Méndez
Pobre Nobel. Si se diera cuenta en lo que han caído sus premios. Aunque capaz que el pobre infeliz, angustiado y todo por su invento maldito, hoy le gustaría ver Tinelli, andá a saber.
La cuestión es que algunos viejos o memoriosos recordamos otras pifias mayúsculas. En el '73 le dieron el Nobel de la Paz a Kissinger. Decí que lo de Pinochet estaba muy fresquito que sinó era otro candidato.
Hace un par de años le dieron el de la Paz a Obama, porque prometió buscar la Paz. Yo siempre prometí ponerme a escribir lindos cuentos; no entiendo porqué le dieron el Nobel de Literatura al chino ese que escribe con unos garabatos que nadie entiende (nadie de este lado de acá; del lado de allá hay solo cerca de dos mil millones de tipos que lo leen).
Pero este año le dieron el Nobel de la Paz a la Unión Europea.
Me causó sorpresa.
Yo creí que le iban a dar el Nobel de Economía, en conjunto con la Comunidad Económica Europea.
La propuesta de los Nobel cada vez se me parece más a la entrega de los Oscar: hay algunos premios que ni siquiera sabés que existen; pero los grandes, los de verdad, esos se los dan a algunas películas que jamás irías a ver.
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