por Medio Gurméndez
Se veía venir.
La andanada de propuestas populistas del gobierno que hace más de 10 años se encaramó en el poder de nuestro paisito (y lo siguen votando) hizo eclosión en el parlamento cuando el Taba de Bourbón cumplió sus amenazas de enviar nuevos impuestos a pagar por nuestro pueblo.
Es que ya no tienen de donde sacar más plata para seguir pagando un Sistema de Salud que atiende tanto a ricos como a pobres, o para pagar aumentos de salarios a maestros o policías que, si hacía tantos años que cobraban una miseria, ya deberían de estar acostumbrados y ajustados a ese presupuesto.
Ahora, una vez más, nuestro pueblo trabajador es castigado con nuevos impuestos.
En rigor nuevos impuestos no son: es el viejo Impuesto de Primaria. (Impuesto que pagan todos los propietarios de bienes inmuebles [casita, rancho, mansión] según su valor de catastro y que se destina a la Educación Pública Escolar. Nota del Editor y Responsable - editor irresponsable)
Pero la cuestión es que esta vez, arteramente, intentan gravar el trabajo rural.
Si, como lo leen: ellos, que se golpeaban el pecho diciendo que defendían a los cañeros, a los peones, a los tamberos que se levantan a las 4 de la mañana a ordeñar su vaca; ellos, que se burlaban de la esposa del candidato pálido y positivo Lavenida Junior porque dijo que siempre estuvo preocupada por los trabajadores rurales y que sabía de ello porque es "paisajista de jardines" y tiene un muchacho que le corta el pasto; ellos, que ladinamente pusieron un spot burlesco a cargo de una tal Nani que era más visto que los goles de Suárez (spot de Nani); si ellos. Ellos ahora descargan en la cansada espalda de nuestros trabajadores rurales el Impuesto de Primaria OTRA VEZ.
La preclara acción del Presidente Sangrinetti y luego de Valle (el argentino llorón) había exonerado de su pago a los tenedores de parcelas de tierra algo abundantes (lo que en lenguaje marxista se denominaba terratenientes). Bajo la infame visión de que el que tiene más que pague más, el Taba de Bourbón envía al parlamento una Ley que vuelve a gravar con dicho impuesto a los esforzados propietarios de latifundios, en el entendido que en los últimos 10 años habían hecho guita a paladas y era hora de devolver un poco.
Señoras y señores: si el campo ahora es francamente redituable es gracias al trabajo de su gente. La guita se hizo a paladas pero siempre con el sudor de la frente ... del peón.
Por suerte en el parlamento tenemos verdaderos defensores del trabajo rural ... del peón que se oponen a tamaña injusticia tributaria.
Y no me vengan que es indigno que un gran hacendado como Bordaybarre (y otros tantos) sean juez y parte en la votación de esta Ley. Si Bordaybarre es senador, él está capacitado a no votar una Ley que le hace pagar un impuesto por sus campos ... y que encima es para la Escuela Pública donde él no mandó a sus hijos ni mandará a sus nietos.
¿O qué prefieren?
¿Qué los que se opongan a la Ley sean los que no tienen campos pero le hacen los mandados, como el Independiente-de-si-mismo Pablito Meares?
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