El Goyo Álvarez, último dictador de nuestro paisito, comprobado y condenado delincuente por dictador pero fundamentalmente por torturador, asesino y desaparecedor de personas, ha tenido un quebranto de salud. Sus arterias cerebrales, envejecidas, no permiten un paso adecuado de sangre con oxígeno, y su cerebro, el mismo que pergeñaba secuestros y desapariciones de gente incluyendo niños, no puede funcionar adecuadamente.
Por otro lado, a otro condenado desaparecedor, torturador y asesino llamado Nino Gavazzo, al concedérsele la extradicción a Argentina (donde también lo esperan para juzgarlo por crímenes de Lesa Humanidad) su abogada defensora se dio cuenta que seguramente no van a poder concretársela pues, como la mayoría de los torturadores tienen 75 años de edad en promedio y las penas a cumplir aquí son entre 20 y 25 años, la extradicción (que se cumple al terminar la pena) los iba a encontrar ya muertos.
Yo no creo en dios. Pero si creyera le pediría que les diera larga vida y salud. Que tengan muchos años por delante para poder pagar en esta Tierra todas las culpas que puedan (que lamentablemente no van a poder ser todas).
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