Queridos lectores de la Galanga, la verdad es que me tiene
preocupado y más desorientado que Adán en el día de las madres, todo el revuelo
y declaraciones de un lado y otro, con este asunto de las diferencias raciales
que puede culminar con gente en cana, reclamos económicos, etc., etc., y
platita fresca para algunos especialistas en estos tejes y manejes. Pero lo que más me preocupa y me tiene muy
inquieto, es lo que va a pasar con mis amigos del barrio, a los cuales les
tirábamos camiones llenos de elucubraciones raciales. El negro Héctor, que era
rubio y de ojos verdes, pero la madre le decía Negrito y nosotros Negro, pero
además tenía un ojo más chico que el otro y como jugaba al fóbal como la gran
puta y pateaba como un animal, cuando erraba un gol le gritábamos tuerto de
mierda, ya estás haciendo cosa de negro y como él era muy bien educado nos
contestaba: Váyanse a la puta madre que los parió. O sea que le podemos hacer
bruta demanda en defensa del honor de nuestras madres.
Pero además teníamos al pardo Anselmo, al chueco Aníbal, que
le pasaba una pelea de perros entre las piernas y ni cuenta se daba, a Forrito,
uno que tenía más remiendos que pantalón, el Tito Atay, que le decíamos
Tachuela porque era cortito y cabezón, Juan Carlos, el moco e`pavo, andaba
siempre con los mocos colgando. El Piojo macho, el loco Graña, el bombilla e
lata, el pata corta, el jorobado, el gallego, el tano, el pan casero, a mi
empezaron a decirme Cuatro ojos porque usaba uno lentes tan grandes que parecía
la cabeza de una mosca; ahora soy El sordo por lo de los audífonos.
Tenemos los paisanos que trabajan como un buey, los que
sufren como caballos,
Las gordas como ballenas, los flacos como alfileres, las
rubias teñidas, los pelados como un huevo, en fin, no sé dónde iremos a parar,
pero si seguimos así, vamos a tener que dividir el país en parcelas donde cada
raza se sienta cómoda, pero ojo, nada de pasar la línea para ir a buscar algo
diferente, porque ahí sí que la cagamos del todo.
Cadorniano
P.D. Disculpen que se me fue la puta mano escribiendo, pero
esta cabeza de chorlito que tengo, se me llena de pensamientos de mierda.
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