Melba cuenta que una vez un circo en Australia había publicado una oferta de trabajo para domador de leones. El sueldo era bastante bueno; pero solo se presentaron dos personas: un veterano jubilado de unos 70 años de mirada inteligente y una imponente rubia de unos 25 años, es-pec-ta-cu-lar!!
El dueño del circo los encaró de primera:
- Miren, no les voy a mentir. Este león de mierda mató a los últimos dos domadores que tuve. Tenían un número muy lindo pero ese bicho salvaje los liquidó. Así que están en todo su derecho de retirarse: o son realmente buenos o la quedan enseguida. Allí tienen sus instrumentos: un látigo, una silla y un revólver. ¿Quién quiere ser el primero?
- Yo voy primero - dijo la rubia, y se metió en la jaula sin siquiera mirar el equipo de domador.
Ni bien el león vió que alguien se metía en la jaula se bajó de su camastro y arrancó al trote y rugiendo hacia la rubia. Faltaba más o menos un metro para que el león le saltara encima cuando la rubia rápidamente y de un tirón se saca el vestido y queda absolutamente en bolas.
El león pegó una frenada que dejó las garras marcadas en el piso.
Llegó a los pies de la rubia y les pasó la lengua. Lentamente se acurrucó a sus pies y la lamió toda.
El dueño del circo estaba de boca abierta:
- Jamás vi algo parecido en toda mi vida.
Y mirando al veterano le pregunta:
- ¿Ud se anima a hacer lo mismo?
- Por supuesto - dice rápido - pero primero saque al león.
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