Por Abelardo Abelenda
La primer frase del viernes fue un mail que envié a mis compañeros de trabajo el 31 de agosto de 2012. Solo era una frase pelada con el nombre de su autor. El día estaba hermoso y yo venía de hacer ejercicio en el club. Había olor a viernes y quería festejarlo con los que comparto la mayor parte del tiempo en mi vida.
Pasaron varios viernes y me empezó a gustar; los comentarios y devoluciones estimularon mucho, me acordé de que hacía muchos años había estudiado Ciencias de la Comunicación y que tenía un montón de libretitas con anotaciones abandonadas en un cajón.
A veces la frase se transformó en un tema musical, en un pensamiento y otras en un cuento.
Esta semana di un par de charlas en el "Encuentro Genexus", herramienta uruguaya con la que desarrollamos decenas de miles de informáticos alrededor del mundo. Para la primera me exprimí la neurona y los sentidos, metí unos cuantos condimentos. Mi compañero de estrado también estuvo muy ocurrente y suelto. Teníamos punch como para sacar la modorra a los oyentes. Si uno no le pone un poco de humor, piel, carne y sabores, las charlas técnicas se hacen pesadas.
Para la del segundo día no tenía ninguna mecha
para meter e iba derecho a presentar un bodrio. Minutos antes de subir
al estrado, adelante de 500 butacas llenas de gente inteligente y
exigente, que venía de todas partes del mundo, me vino a la cabeza la
primer frase del viernes. Me sirvió para ordenar el discurso e ilustrar
el proyecto desafiante y divertido del que tenía que hablar.
"Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida"
Confusio
La parte
técnica era esperada y hasta cierto punto sabida, así que conté de la
emoción que implicó meterse a trabajar con un generador nuevo de Genexus
para teléfonos inteligentes, en un proceso de Beta Tester, que implica
encontrar errores, sugerir mejoras al producto y revolverte para que
quede todo funcionando en el cliente. En pocas palabras, participamos de
la "cocina" de un producto nuevo, innovador y que sin darnos cuenta iba
a ser la primer aplicación en producción hecha con Genexus Tilo
offline.
Cuando pensé en la
frase, dos minutos antes de subir, lo que me vino a la cabeza fue el
placer de resolver el problema y el extasis que viene después del
vértigo de tener que poner a funcionar un sistema en un plazo corto, con
presupuesto reducido y una herramienta inacabada. Para eso estudiamos
ingeniería.
La presentación gustó. Era una experiencia nueva. Había jugado en estadios con mucha gente gritando, aplaudiendo y puteando, en primera, segunda y tercera división con la pelota anaranjada, pero nunca con un micrófono y algo para contar. Nadie llevó el tanteador, pero por los comentarios recibidos, creo que nuestro equipo ganó... con un tiro libre en la hora de un recién ingresado, un tal Confusio.
Feliz viernes para todos.
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