¿Cuál?
La de la permanencia de Monseñor Nitocás Tucoño, obvio.
En los confines de la Garganta del Diablo, tres monjitas estaban rezando para que nuestro Monseñor no se fuera.
En sus rezos pudo escucharse:
- Bss, bss, ... Señor ... bss, bss ... y sinó, ¿quién podrá defendernos? ¿El Chapulín Colorado? Bss, bss ... ni siquiera el cura Emilio. Será conocido del Papa pero ni sotana usa. Amén
Gracias a Liliana y al Cachorro |
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