Siguen las penas, penurias y pesares
por Cadorniano
Sigo arrastrando mis penas, por las calles de Salinas,
esta suerte tan indigna,
me persigue y me condena.
No me sale ni una buena, esta vida es muy cochina,
la cabeza me rechina que parece una colmena.
El Tucoño se jubila, Peñarol se va al carajo,
no termina este relajo, mis penurias forman fila.
Mi hermanita muy tranquila, sigue dándome trabajo,
mi perfil está muy bajo, mi mujer se hace la gila.
La galanga está de fiesta, se viene la gran cagada.
Hoy me llega mi cuñada, y se viene con la nieta.
Tanta penuria me apesta, mi vida no vale nada,
esta suerte condenada, cruel puñalada me asesta.
Con Tucoño, Peñarol, mi hermanita, mi cuñada y la nietita,
voy a precisar más guita que el estadio mirasol.
Voy a estar como Geniol, con alfileres y clavos en mi pobre
cabecita,
mi pensamiento me incita, a embriagarme con formol.
Para aumentar mis males, la Celeste la quedó,
que lo recontra parió, sonaron los orientales.
Vivo momentos fatales, la puta que lo tiró,
que suplicio vivo yo, no terminan mis pesares.
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