La candidatura a la Intendencia de Montevideo por el novel Partido Palillón (para los que llegaron recién del planeta Marte: el Partido Palillón es la unión de los tradicionales partidos Pálido y Bermellón - N. del E.) sigue dando qué hablar.
El primero en presentase como nuestro salvador fue el Diputado Jorge Grandini. Claro que fue el primero en bajarse del carro alegórico cuando sus votos en la Interna fueron menos que los de un predicador evangelista televisivo (Sic) y se reafirmó (la bajada) cuando en las elecciones nacionales salió re-electo diputado y "más vale pájaro en mano".
Claro que el Partido Palillón tenía a muchos más comprometidos para agarrar ese fierro caliente. Desde el ex Presidente de la Asociación Uruguaya de Fóbal (AUF) hasta el mismísimo, versátil y ubicuo Aldo Lamorta.
El fubolero Pausá nunca dijo ni si ni no: él está en el palco mirando los últimos minutos del 2º tiempo.
Pero Aldo Lamorta está que trina. Siempre que pueda prenderse de algo el Aldo se moviliza. Así pasó con su candidatura a presidente, senador, diputado, por la Unión Crítica. También por su candidatura a diputado italiano con los votos fuera de Italia. Y ahora esta mágica candidatura a Intendente de Montevideo.
Pero las fuerzas pálidas aún no se definen. Y Aldo tiene urgencias.
"Me interesa saber qué es lo que van a opinar mis correligionarios palillones. Pero la definición tiene que ser ahora. Lamento decirles pero soy un hombre político muy ocupado y tengo varias propuestas que debo estudiar. Fui llamado a integrar las listas del próximo Parlamento Europeo por la isla de Malta. También me convocaron a integrar el jurado de Bailando por un sueño de Marcelo Chinelli (que es premio de la cultura bonaerense, N. del E.). Y por último mi mujer quiere saber si el fin de semana que viene voy a estar libre porque esta vez me toca a mi hacer el tuco para los ravioles."
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