La frase del viernes. Por Abelardo Abelenda
El retorno del que sabe que ya esta veterano para competir. Los 10 minutos de fama. El castigo del cuerpo en los deportes de alta competencia. Las lesiones. El amor. Todo esto resumido magistralmente por un viejo cronista popular que murió en el mismo año en que yo nací y que es uno de mis referentes literarios. La feria de Tristán me lo recordó el domingo pasado.
La Cadena.
de Julio César Puppo (El Hachero)
Me buscaba con la vista. Primero en el ring-side; depués en las plateas, por último en los rincones. Y cuando me hallaba, venía a mí sonriente y me decía:
-Che: mirá que volví a entrenarme.
-Entonces digo algo en el diario.
- Sí, sí, decilo no más.
Pasaba un mes, dos, seis. Del muchacho ni noticias. Hasta que en otra velada, volvía a ver su pescuezo estirado por sobre todas las cabezas, los ojos muy abiertos, buscando algo. Buscándome.
-Che: vuelvo a entrenarme, ¿eh?
-¿Sí?
-Sí; si querés haceme un articulito.
La vuelta de un boxeador es siempre difícil. Más que nada, reintegrarse a lols rigores del entrenamiento, ahí en la soledad de una academia, con olor a oso, oscura, triste, cubierto de pies a cabeza con gruesos abrigos. Todo eso es un verdadero sacrificio para quien ya tiene extinguida la llama de sus primeros entusiasmos de pibe. Por eso yo le hacía invariablemente el articulito. Quería animarlo. Y por eso también, no me extrañaba que una vez tras otra fuera posponiendo la fecha de su regreso.
Aquella noche fue la décima, en el espacio de los años estériles en que vi asomarse en el lado opuesto del ring, sus grandes ojos que me buscaban.
Lo esperé. Y cuando lo tuve cerca lo atajé.
-Ya sé -dije-, volvés a entrenarte...
Le dio vergüenza qe lo adivinara así. Bajó la cabeza. Entonces me contó:
-La rea... ¿m'entendés? Viviendo con la rea no puedo entrenarme. Eso lo sabés bien. Entonces, cuando nos enojamos empiezo. Cuando vuelo al lao de la vieja!... Vos no sabés las promesas que me hago para mi mismo! Y empiezo con fe, te juro. ¿Pero qué pasa? Que ella ve mis retratos en los diarios; ve que vuelvo a peliar y hacerme popular y entonces le entran ganas de amigarse, ¿m'entendés?
La rea!... Es una cadena. Si no peleo se aburre de mí, de mi vida anónima y me deja; y si peleo, se entusiasma de nuevo, se tienta con esos mismos articulitos que vos me escribís, me quiere para ella y así, no me deja peliar. Es una rueda. ¿M'entendés? Es una cadena...Chá mujer que le tengo rabia aunque en el fondo la quiera!...
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Dedicado a todas las parejas que nos aguantan la cabeza y las lesiones con que volvemos a casa los veteranos del deporte. Especialmente a las que nos siguen acompañando después que pasaron los 10 minutos de fama.
Ilustra León Gieco con "Cachito Campeón"
Y si no podés ver el video cliqueando en la imagen probá en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=-3iBEZg0oWo
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