Estaba loco de contento
por Cadorniano.
Estaba loco de contento, al fin de vacaciones con mi señora.
Hacía cinco años que no nos tomábamos vacaciones. Yo calladito la boca fuí ahorrando pesito a pesito y le dí la sorpresa, mi amor: nos vamos de vacaciones a Río de Janeiro. Ella, que soñaba con eso, me abrazó me besó y saltaba de contenta y comenzó con los preparativos: Tenemos que comprar dos valijas porque las que tenemos son viejas y feas.
Fuimos a Tienda Inglesa y eligió dos hermosas valijas última generación, un traje de baño muy moderno, el sombrerito y las sandalias haciendo juego, un pareo, que es un trapo transparente que no sé para que mierda lo usan porque no les tapa nada, un vestido solera, cremas para el cutis y el cuerpo, champú y acondicionador para el pelo, etc, etc. A mi me hizo comprar unas bermudas y unas T-shirt multicolores que parezco Menecucho o el monumento al arco iris y unas sandalias que son una cagada porque se te salen los dedos por todos lados. Después se le antojó los cubre-asiento para el auto y cuatro cubiertas nuevas porque el viaje era muy largo y había que viajar seguros. Curitas, alcohol, agua oxigenada, repelente, espirales mata mosquitos, viagra y vaselina, no sé para qué.
En definitiva, los ahorros se fueron al carajo, así que las vacaciones las vamos a pasar en Salinas y en nuestra casa y la frutilla en la torta es que viene mi hijo a pasar dos semanas con nosotros y además de tragar y tomar todo lo que encuentra, en fija me pide el auto para salir de joda con los amigotes. Vivan las vacaciones y la rey de la putísima madre que lo parió.
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