SORDO 1: Y vos ¿cómo andas del reumatismo?
SORDO 2: ¿Bautismo? Yo no fui a ningún bautismo; fui a un
velorio.
SORDO 1: ¿A un casorio? , ¿y dónde fue el casorio?
SORDO 2: En Martinelli, pobre don Pedro, tan sano que parecía.
SORDO 2: ¿Cómo qué parecía?, parecía un finado.
SORDO 1: Hubo asado, estaría hasta el comisario
SORDO 2: En el diario, si, pusieron aviso y hasta vino un cura.
SORDO 1: ¿Dura? Que raro que el comisario ponga carne dura, el
que es un hombre tan serio.
SORDO 2: ¿Que cementerio? Al del Norte, allá lo enterraron.
SORDO 1: ¿Protestaron? Está muy bien, porque poner carne dura en un
casamiento es no tener conciencia.
SORDO 2: Paciencia, y yo creo que la viuda la tendrá que
tener.
SORDO 1: Comer, tenés razón, ya es la hora de ir a comer.
SORDO 2: Que mal pensado, si recién se le murió el marido
como va a hacer eso. Mejor me voy a la cama.
SORDO 1: Con la
mucama, no, mejor me voy a comer solo.
Cadorniano
P.D. nada de sonrisitas capciosas. Yo uso audífonos súper
potentes, no porque sea sordo, es algo decorativo y me da un aire de seriedad.
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