En La galanga no solo destacan los galenos (que habemos varios) sino personajes tan disímiles como pagadores del BPS. ¡Si! ¡Eso también existe!
Y luego de varios decenios de trabajo en esa función el anecdotario que se recolecta es tan abrumador como el hipocrático.
Todas las anécdotas son rigurosamente verídicas. Solo se omiten los nombres y apellidos para evitar tener que pagar más pensiones a la invalidez.
Aquí les presentamos una nueva entrega de Violetero, en su vieja columna.
Y por supuesto hay mucho más
REPARACIONES
En varias oportunidades, se acercaba
una persona que tenía intenciones de comenzar su trámite para renovar su
Pensión y me decía:
-Vengo a “arreglar” mi Pensión.
-¡No me diga que se le rompió! – les
contestaba con cara de asombrado.
UNA NUEVA
-Vengo
a averiguar por el trámite de Pensión de mi hermana – me expresa una señora.
-Tiene
que venir la interesada o el apoderado – le aclaro.
-Lo que pasa es que ella no puede
moverse para nada; está “paraliticada” – me manifiesta.
ALGO SABÍA
-Tiene que dejarme un número de
teléfono – le digo al interesado que estaba atendiendo.
-No tengo teléfono, pero le puedo
dejar el número de celular de mi hija – me dice.
-Bueno.
No hay problema. ¿Cuál es?
-Anote
– me dice.
Y
empieza a decirme:
-099....y
de los demás números no me acuerdo.
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