De acuerdo a datos históricos de este redactor, el Estadio
Centenario se construyó en 6 meses.
La obra del Arq. Scasso, que a pesar de su apellido no fue escaso su tiempo para dirigirla,
trabajar en tres turnos, excavar 160.000 metros cúbicos de tierra y utilizar
14.000 metros cúbicos de cemento.
El viejo predio donde antes se criaban chivos tuvo en su
cancha, aunque pocas veces por jugar en Defensor, al Chivo Pavoni, otrora ídolo
de Independiente.
Ni que hablar el olor a chivo dejado en los vestuarios, en la
época en que los verdaderos machos jugadores de fútbol apenas si usaban jabón,
y ni pensar en antisudorales (menos aún de crema o de bolita).
Lo concreto es que esa mole de concreto será, si prospera un
proyecto que anda en la vuelta, demolido en su integridad (salvo dejarían la Torre de los Homenajes).
Demás está decir que como los servicios de inteligencia
funcionan a full en este país, previo a esta noticia, la Seccional 9na se mudó de la tribuna Amsterdan para un local cercano.
Es de esperar que si en 1930 se levantó en 6 meses, para el
año 2030 se podrá levantar, seguramente, en 6 años, previendo los trámites
parlamentarios, la barra del SUNCA, la cámara de la construcción exigiendo
eliminación de impuestos, la obra del
túnel de Avda. Italia pactada para este año y que durará seguramente los 12
años que nos separan del pitazo del partido inicial del evento futbolístico
mundial.
Para la demolición no se necesita nada mas que duplicar el
número de clásicos, eliminar las cámaras de identificación facial, poner varios
puestos de venta de garrafas, una armería en la Amsterdam y otra en la
Colombes.
La visión del ministro Boboni es brillante; nada de jugar
clásicos en las canchas de los “Grandes”, jugarlos todos en el Centenario y se
ahorrará equipamiento y mano de obra para demolerlo.
Comentarios
Magistral! Vamo arriba por la vuelta de Ke Verba, carajo!!
Puede agregarse que en lugar de hacerse la cuca con un Mundial en 2030 para enriquecer mafias y arruinar países o ciudades los gobernantes podrían dedicarse a solucionar los problemas acuciantes de la gente.
Tano
