Por Tano de la Mondiola "Ain't No Sunshine" es una canción de Bill Withers de su álbum de 1971 Just As I Am, producido por Booker T. Jones. El disco incluyó a los músicos Donald "Duck" Dunn en el bajo, Al Jackson, Jr. en la batería y Stephen Stills en la guitarra. Los arreglos de cuerdas fueron hechos por Booker T. Jones, y fue grabada en Memphis por el ingeniero Terry Manning.
Buddy Guy, uno de los guitarristas esenciales del blues. De su Luisiana natal emigró a Chicago y se hizo el máximo exponente del estilo de blues de la ciudad de los vientos. Carlos Santana, el hijo de mexicanos del barrio Mission de San Francisco que llevó la viola a la fusión incomparable con los ritmos latinos. Los han visto juntos? Y con Carlos haciendo un blues cuadradito, una jam session o una pizza como le decíamos nosotros en los 70? Si no es así, y les gusta el blues, este clip es un deleite. Como se decía en mi barrio con los reos músicos que pululaban por 26 de Marzo y Lorenzo Pérez (el taller de los inútiles con Chichito Cabral y otros), este es un pique con mucho tuco, que me cabe los siglos.
Corrían los primeros años de la década del 70. Entre los "varones" ( término que en aquella época se usaba para describir a niños u adolescentes de sexo masculino) era habitual que alguno un poco mayor que uno y con mejor pasar, tuviera discos de rock "pesado" o blues. Oyéndolos, empezábamos a salir de las porteñadas y el folklore que se oían en las radios y junto con lo que oíamos de los Beatles, se nos abría la cabeza. Debe aclararse que todo llegaba al Uruguay con meses u años de retraso, no teníamos radiograbadores, y no existían los ipods, mp3 players, etc.
Muchos no teníamos "tocadiscos" tampoco. Prácticamente entonces la única fuente de música era la radio AM. Pero gracias a esos amigos empezamos a oír a Jimmy Hendrix, o a Led Zeppelin y a tantos otros luego. Y a oír mentas de un albino de pelo larguísimo que tocaba un blues más clásico. Algo novedoso para botijas de 13-15 años en esa época pre dictadura. Ese albino era Johnny Winter. No tan mentado en estas latitudes como " guitar hero" pero un grande del blues de segunda generación. Gran violero, productor musical, llego a grabar y producir discos del grande Muddy Waters ( el padre de los Rollings Stones, que en esencia copiaron su estilo). La viola del blues está de luto esta semana porque murió el albino Johny Winter a los 70 pirulos.
Su clásica guitarra Gibson Firebird. Recordemoslo en este video de los 70.
Y en este de los 80.
Nótese el toque con púa en el pulgar y con los dedos, a diferencia de los otros rockeros que usaban básicamente la púa tomada entre pulgar e índice.
por Tano de la Mondiola Son dos grandes de la viola eléctrica y cada uno a su manera y a mi modo de ver figuran en el panteón de los seis o siete imprescindibles en el instrumento. Nunca los había visto u oído tocar juntos. Descubrí esta maravilla que quiero compartir con la barra de la Galanga.
Carlos Santana con Eric Clapton como invitado tocando Jingo-lo-Ba
Comentarios
Impresionante, 2 de los mejores guitarristas juntos. Muy buena calidad del video y audio. Para atesorar. Gracias por traerlo a La Galanga Língula
La frase del viernes. Por Abelardo Abelenda Hace un par de semanas murió Paco de Lucía, de los máximos exponentes del
flamenco de todos los tiempos, responsable junto con Camarón de la Isla
de la difusión a nivel mundial de la música y la cultura gitanas.
A
Paco lo conocí por los años ochenta, me acompaño por mucho tiempo en
largas caminatas, corridas y bicicleteadas. Yo no tenía idea de lo que
era el flamenco, el no se si tenía idea del Uruguay. Paco iba
arrolladito adentro de un cassette. Cada tanto lo ponía en el walkman y
divagábamos por la penillanura suavemente ondulada. Ninguno de los dos
hablaba, el tocaba la guitarra, acompañado por un bongó, yo lo escuchaba
y pedaleba. Paco me daba aliento para seguir. Una vez junto a la
"flaca" -mi bicicleta de aquellos años-, nos fuimos
dejando llevar; con una carpita y 3 petates y fuimos felices. Bordeando
el Río de la Plata y el Uruguay llegamos hasta Salto.
---
Por
los años 60 Paco empezó a mostrar el flamenco al mundo, lo sacó del
gueto y lo fusionó con otras músicas. Hasta ese momento la percusión
flamenca consistía fundamentalmente en palmas y golpes de los nudillos
de los dedos contra una mesa. El incorporó el bongó y luego de una gira
latinoamericana en los 70 incluyó al cajón peruano. A tal punto se
adoptó su innovación que hoy día mucha gente le llama cajón "flamenco",
olvidando su origen americano.
Tocó en los grandes
teatros del mundo. En su tierra fue discriminado, solo cuando se hizo
famoso "afuera" fue aceptado y pudo tocar en el Teatro Real de Madrid.
En una entrevista que
pasaron por Emisora del Sur el día de su muerte, Paco contaba que cuando
empezó, con hambre y muchas ganas, todo le fue más fácil. Cuando estaba en la cima, se complicó para sostenerse y superarse.
"La barriga se sacia rápido, el espíritu es insaciable."
Como todo genio, mantenía con una relación apasionada con su arte y con su instrumento.
"La guitarra, una hija de la gran puta. Me come el coco" "Hay una relación ahí entre devoción y odio...
Depende de tantas cosas: del estado de ánimo, del equilibrio emocional
en ese momento... Para tocar muy bien o como una mierda".
Luego
de su muerte estuve revolviendo una vieja caja. Enconté y volví a
escuchar aquel cassette TDK, que milagrosamente todavía funciona. La
cinta empezó a girar, se abrieron nuevamente los caminos, el viento nos
dió en la cara, el sonido crujiente del pedregullo debajo las ruedas nos
hizo libres y volvimos a devorar juntos cientos de kilómetros.
¡Gracias Paco!
Por tu duende, tu música y tu compañía sin palabras.
Ayer fuimos con Mona al Teatro Solís. Había un concierto de guitarra a cargo de Álvaro Córdoba y, Uds saben, "si es de arriba ... un rayo".
Nos encontramos con una sala pequeña, coqueta, de muy buena acústica y repleta, seguramente porque, como les decía, es gratis.
Yamandú Palacios
De teloneros había dos muchachitos desconocidos que se ve quieren empezar a tocar la guitarra y recitar sus poemas: eran Yamandú Palacios e Ignacio Nacho Suárez, los cuales tocaron, cantaron y recitaron solamente una hora.
Después vino Álvaro Córdoba y se puso a tocar, sin parar, más de una hora más. A nosotros algo nos parecía raro pero solo al promediar el concierto, cuando interpretaba un preludio de J. S. Bach, nos dimos cuenta: estaba haciendo playback o fonomímica. Es imposible que una guitarra sola, tocada por un solo tipo pudiera hacer el sonido de toda una orquesta con Bach.
Es por eso que les recomendamos: si el domingo 16 de junio, a las 18:30 quieren escuchar a una guitarra que vale por muchas más, váyanse hasta la Sala de Eventos y Conferencias del Solís (2º piso). Como la entrada es gratuita lleguen con anticipación (media hora está bien).
Después nos cuentan.
Solo faltó Leonardo Palacios en el Solís,
prefirió quedarse en Holanda a comer queso.