Estimado Sr. Director.
“Y yo con mi corneta que boludo, mamita, y
yo con mi corneta y mi canción”
Es un honor dirigirme a usted desde la
hermosa y ancha ciudad de Valencia, en Venezuela, donde nuestra querida
selección acaba de quedar fuera de toda posibilidad de clasificar a los juegos
olímpicos de este año en París. Yo me quedaré todavía un rato para ver el
choque contra el seleccionado argentino, que viene de derrotar a Chile, nuestro
exiguo verdugo reciente, nada menos que por cinco tantos contra cero.
El partido promete porque no deja de ser
un clásico que esperemos los pibes lo jueguen como tal y rediman en algo sus
magros resultados iniciales. Y digo resultados y no performance porque el
equipo no anduvo mal. Lo que he podido ver acá es que no ligó lo que merecía y
tal vez pagó un precio un tanto exagerado por la falta de amalgama en tiempo y
forma.
De todas formas, y aunque ya no está
Tabárez, yo creo que este tramo del camino en este conjunto de pibes valiosos
va a dejar con una muy buena experiencia. Porque de los errores se aprende y
más cuando se tiene un otro maestro como el loco Bielsa. El fútbol es un juego
en el que se gana y se pierde. No se puede pretender ganar siempre y menos con
gurises que están empezando, y donde el error, el fallo, el exceso, a esa edad
es moneda corriente. Seamos menos duros y pensemos que estos pibes, entrenados
por Bielsa, y con esta experiencia de derrota llegarán más ricos y completos a
las selecciones mayores, si les toca en suerte.
El camino es la recompensa decía el
Maestro, pero nunca dijo que el camino era fácil, o exento de fracasos.
Sabiendo cómo le gustan, cuando regrese le
llevo un papelón (con limón), paso por su oficina playaverdense y nos lo
tomamos juntos. Vaya preparando el hielo.
Afectuosamente.
Celestito
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Ron CACIQUE?
Odoacro
Odoacro
