por Medio Gurméndez
Una evidencia más de que con este gobierno populista y que se da vuelta como panqueque en el aire (Lalagaña dixit; SIC) ni siquiera podemos tener dengue autóctono. Hay una mujer a la que se le diagnosticó dengue ... pero importado.
La vez pasada había rabia en unos murciélagos de Rivera ... y había venido del Brasil, y obviamente de contrabando.
Lo de la Chikungunya ni lo explico porque no estoy seguro ni de cómo se escribe.
Lo de la aftosa del gobierno de Valle (el argentino llorón) dicen que también fue traído por los vientos y atravesó el río Uruguay. Seguramente fue lo que hizo calentar tanto a Jorgito porque "los argentinos son unos chorros del primero al último, y encima me encajan aftosa" parecen que dijo.
La violencia del deporte dicen todos los entendidos se la copiamos a los barrabrava argentinos y la corrupción (y andamos lejos todavía) es copia de los políticos de Brasil.
Lo que sí parece que es bien nuestro es la violencia de género, la violencia doméstica, la violencia contra los niños, el abuso infantil. A algo de ello le podemos poner la banderita uruguaya de Hecho acá.
Eso si: la preclara Mercedita Vigilastrún ya tiene parte de las soluciones. Ella llama a tener bien claro que si esto pasa es porque algunas mujerotas han empezado a joder con eso del Género, y mezclarlo con la política y copiar a los demás sin darse cuenta que el verdadero problema es que las mujeres se dedicar a pelear por sus derechos en vez de tenerle la casa en orden al marido que llega del trabajo cansado y se enoja.
¡Gracias Mercedita!
In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent
galanga (diccionario de la real Academia Española)
3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.
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lunes, 20 de noviembre de 2017
jueves, 11 de diciembre de 2014
Hipocresía hipocrática
Por Tano de la Mondiola
Uno lee asqueado el reporte en el Senado Imperial de estos días, así como las noticias (para nada sorprendentes para nosotros que sufrimos dictaduras) y los comentarios de los psicólogos contratados por la Compañía de Ingentes Abusos para masacrar gente durante la administración Arbusto. Y no puede más que recordar el rol de algunos colegas galenos que alegremente participaban en los "cuidados médicos" de los presos en los años de plomo en el Urunday. Dolorosamente, me vienen así a la memoria las asambleas en Facultad de Medicina en 1984-85, en las cuales se trató de expulsar a estos individuos del "gremio".Fueron protegidos en actitud de omertá mafiosa por un "Sindicato Morboso Del Urunday" y si mal no recuerdo (se ruega corregirme si me equivoco) no les sucedió nada.O sea que no solo el Narigón Uyteladoblo está en falta.
Hipócrates, vaya hipocresía!
El mismo recuerdo que vos tenés, la misma sensación de poca efectividad. A los que tenían denuncias de tortura se les pasó a Consejo Arbitral y a algunos se les expulsó del SMU (pocos casos). Hoy, con esta Ley de Colegiación Médica y el Código de Ética votado deberían suspenderse del Colegio y en algunos casos retirar la "licencia" médica. Poco castigos para tantos delincuentes y de tamaño tenor.Aún hoy hay varias denuncias judiciales que siguen dando vueltas. Pero, como impunes que se sienten (que no lo son pues la Ley de Caducidad - Impunidad - no les compete: son civiles) ni siquiera van a declarar.¡Cuánto nos falta crecer aún!Daniel
Exacto. La desazón que me produjo aquellos hechos, sumada a lo que estaba sucediendo en facultad donde un amiguismo corporativista sustituía a otro, ayudaron sin duda a darnos un empujoncito e irnos
Alejandro
Uno lee asqueado el reporte en el Senado Imperial de estos días, así como las noticias (para nada sorprendentes para nosotros que sufrimos dictaduras) y los comentarios de los psicólogos contratados por la Compañía de Ingentes Abusos para masacrar gente durante la administración Arbusto. Y no puede más que recordar el rol de algunos colegas galenos que alegremente participaban en los "cuidados médicos" de los presos en los años de plomo en el Urunday. Dolorosamente, me vienen así a la memoria las asambleas en Facultad de Medicina en 1984-85, en las cuales se trató de expulsar a estos individuos del "gremio".Fueron protegidos en actitud de omertá mafiosa por un "Sindicato Morboso Del Urunday" y si mal no recuerdo (se ruega corregirme si me equivoco) no les sucedió nada.O sea que no solo el Narigón Uyteladoblo está en falta.
Hipócrates, vaya hipocresía!
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El mismo recuerdo que vos tenés, la misma sensación de poca efectividad. A los que tenían denuncias de tortura se les pasó a Consejo Arbitral y a algunos se les expulsó del SMU (pocos casos). Hoy, con esta Ley de Colegiación Médica y el Código de Ética votado deberían suspenderse del Colegio y en algunos casos retirar la "licencia" médica. Poco castigos para tantos delincuentes y de tamaño tenor.Aún hoy hay varias denuncias judiciales que siguen dando vueltas. Pero, como impunes que se sienten (que no lo son pues la Ley de Caducidad - Impunidad - no les compete: son civiles) ni siquiera van a declarar.¡Cuánto nos falta crecer aún!Daniel
Exacto. La desazón que me produjo aquellos hechos, sumada a lo que estaba sucediendo en facultad donde un amiguismo corporativista sustituía a otro, ayudaron sin duda a darnos un empujoncito e irnos
Alejandro
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