In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.
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viernes, 23 de agosto de 2013

La frase del viernes. El último Tren Fantasma

Por Abelardo Abelenda

La rutina, las responsabilidades y las facturas a pagar se fagocitan  los restos que quedan del viaje y de aquel aventurero que hace unas semanas se devoraba ciudades exóticas y culturas lejanas.

El turista

Pasando en tránsito por Roma, tuve unas horas de espera y no perdí la oportunidad de tomar el ómnibus turístico que recorre los lugares más emblemáticos de la ciudad. Fue corto e intenso, lo disfruté mucho y pagué con placer el montón de euros que me cobraron por dos horas de historia viva.

El ciudadano

En Montevideo tenemos un omnibus similar que los turistas utilizan para recorrer el Mercado del Puerto, Centro, Prado, el Palacio Legislativo y el estadio Centenario con su museo del fútbol. A este  último nunca entré, al Palacio de las Leyes tampoco. Voy dejando pasar semana tras semana. Como tengo "todo el tiempo del mundo" y puedo ir en diez minutos, no voy nunca. Mejor el próximo día del patrimonio. Así, ya dejé pasar casi 2.500 semanas.

El viaje

¿Será posible vivir la vida cotidiana como si fuera un viaje, ser turista en la propia ciudad?

¿Será posible ir todos los días al trabajo por un camino distinto, dejarse sorprender por un nuevo árbol, una flor que apareció, un sonido, un nuevo punto de vista del parque que ladeás todos los días o ese edificio famoso al que nunca entraste?

El último tren

El último tren pasaba
el martes de madrugada
y yo la pasé durmiendo
y nadie me dijo nada.

Hace años leí una entrevista a Jaime Roos donde contaba el orígen de la canción Nadie me dijo nada. Fue en un viaje que hizo por los andes, peregrinación a Machu Pichu por los años '70. Habla de un amor, de un lugar que dejó pasar. En los viajes estas situaciones son cotidianas y hay que decidir. El tren que no tomás, la estación en la que no bajás, el amor que dejás pasar, lo ves alejarse por la ventanilla y nunca más.

En unas semanas van a demoler el Tren Fantasma del Parque Rodó, con la araña peluda que acaricia tu cara, con el señor que te toca el hombro en medio de la oscuridad y con la piedra que se te cae en la cabeza. Entre los escombros quedarán las pesadillas que tuve de chico por culpa de las tres calaveras que danzaban y crujían destartaladas en la vieja fachada.

No se pierdan la oportunidad. Esta por pasar el último tren. Yo avisé.

Pronto será solo un cuento para hacer a los nietos en la noche de la nostalgia, como la Pista Veloz y el Ocho.

- La vuelta ha finalizado, retiren el pie del pedal.

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Si quiere ver el video clip de Jaime cantando "Nadie me dijo nada", oprima aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=o7H3T8XBohc

viernes, 22 de marzo de 2013

La frase del primer viernes del otoño



El otoño del Tren Fantasma

Empieza el otoño en el Parque Rodó. Un buen lugar para pasear en media estación y llevarse un pequeño susto en algunos de sus juegos.
Por Abelardo Abelenda


Recobecos de Montevideo, el Parque Rodó


 Señor, señora,  ¿qué hacer para que su hijo chico no esté tantas horas sentado frente a la tele y/o la computadora?  

Bien fácil, déle un buen susto decadente. El Tren Fantasma del Parque Rodó le facilita la tarea por solo 40 pesos. Usted mete al gurí en el vagoncito y mientras espera que arranque entra  en clima con los gritos de alguna adolescente que subió con el novio en el carro anterior.
Aproveche a asustarse, le queda poco. Parece que la Intendencia de Montevideo presentó un proyecto para modificar toda la parte de juegos. Con los tiempos de la IMM, dentro de 15 años quizás, el Tren Fantasma volará, así como los autitos chocadores y otras “atracciones mecánicas” linderas al parque violeta.

Con pocos pesos, una torta frita, un churro relleno, una garra o un pop acaramelado el pop, ambientan gastronómicamente la fiesta.

Después de tremendo susto, lleve al párvulo a dar una vuelta en las siempre románticas lanchitas a pedal del lago. Si es en el atardecer mejor. Los rayos amarillos, casi horizontales atraviesan las copas de los árboles a ras del agua. En las islas pululan los gansos, conejos, benteveos, gallinetas, cuervos, garzas blancas y las infaltables palomas.

Si mira con atención, puede encontrar una de las manifestaciones más dramáticas del reino vegetal: un higuerón abrazando una palmera hasta ahorcarla. Es como un cuento de terror. Esta especie de higuerón es una planta áerea y parasita de las palmeras. Empieza alto, cerca de la copa. Como una víbora va creciendo, contorneando la palmera. Cuando llega al piso echa raíces y se potencia. Con los años termina tapando totalmente el tronco de la palmera y la estrangula, la palmera cae y el higuerón hecha nuevas raíces, vuelve a enderezarse y sigue creciendo imparable. Una historia de amor que termina mal.

Señor, señora, dele la bienvenida al otoño en el segundo parque más antiguo y el más lindo de la ciudad. Pague 30 pesitos, pedalee en el agua y busque las dos palmeras con higuerones abrazados que hay en las islas. No se demore mucho, hay una a la que le queda poco.


El otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor. 

Albert Camus