Etimado Serior Diretor.
Tengo que decirle que estoy emocionado,
impatado, asombrado y emocionado con los bicho que resulta que había abajo el
fondo marino uruguayo ¿Usté ha visto? Impresionantemente asombroso y asombrosamente
impresionante lo que se ha podido ver. Pero ¿le digo algo? Parece que ya hay un
mitín ahí en las profundidade. Los peces y los otros que están con ello ya
están pintando carteles de protesta con proclamas tales como “menos cámaras,
más baños” y otras por el estilo: “Achiquen los peces grandes”, “Cierren la
caliente” y etc.
Parece que ya mandaron al Jean Georges
Almendras disfrazáo e buzo para hacerle una nota a los cabecillas. Y a un
especialista en deportes olímpicos para filmar las proezas de la estrella de
mar. “Ustedes se ríen, pero yo soy profundamente uruguaya” parece que dijo. Y a
los corales blancos ¿los vió Diretor? Ahí andaban, dividiéndose, inventando
fracciones nuevas. ¿Qué me Dice? Y todo en vivo, que de bobos no tienen un
pelo. Si estará jodido el cine uruguayo que tenemo questar viendo esto Diretor!
Estamos tan podrido s de las interpelacione,
los informativo s y los programa con panelistas que nos ofrecen ver durante
muchos minutos a una estrella de mar que ni se mueve y nos quedamos chochos,
nos quedamos.
Y the winer is…!
Pa mí tenían que haber mandáo a la Bianchi,
a ver si es cierto que ella en el fondo es guena…
Y pa ir terminando este collar de perlas
malas, querido Diretor que estás en los cielos, no nos dejes caer en la tentaculación,
y líbranos del pescáo, Amén. A usté, a su seriora esposa y toda la barra
galanguera les dejo mis más profundos y respetuosos, afetuosos, defetuosos, y
respetuosos saludos.
Verdecito.
Estimado Verdecito:
Su campechana inocencia a veces me estruja el corazón, endurecido en largas batallas periodísticas donde la investigación, la noticia, la mentira y el dinero que podía hacer con ello se mezclaban en partes iguales. Lo que usted vio (al igual que el resto de los orientales) no es otra cosa que una versión remasterizada del capitán Jacques Cousteau y su barco Calypso, con lo que nos hacían quedar quietos frente a un televisor hace algunos decenios. Ya en aquel entonces nos quisieron engatusar con imágenes de corales, equinodermos, espongiarios, algún crustáceo y sobre todo peces (óseos y cartilaginosos) con el sano fin de que creyéramos que en el fondo del mar no había petróleo ni gas para seguir dependiendo de la Standar Oil Company.
Si Ud. me lo permite voy a ir dejándole por aquí pues la autodenominada dirección de este libelo se trasladará allende los mares a un encuentro de Editores y Catadores de vino, nobles profesiones que se han juntado en casi todos los autores del pasquín de marras.
A la vuelta, si me acuerdo de algo, le cuento.
A la vuelta, si me acuerdo de algo, le cuento.
El autodenominado Director
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