por Máximo Gur Méndez
La cosa empezó más o menos así.
Hubo un murciélago de no sé dónde que le pasó un bicho que apenas se ve con un microscopio electrónico a un ser humano que comía porquerías así. Porque nosotros decimos que hay humanos que comen porquerías así cuando comen murciélagos o ciempies. Porque comer los intestinos delgados de cualquier mamífero herbívoro (con su juguito y todo) o las glándulas mamarias o parótidas, o aplaudir al asador porque el timo de la vaca le quedó crocante y gustoso es de lo más normal.
Bueno; ese ser humano se infectó con ese virus y le dio flor de gripe que lo tuvo a mal traer. Y encima era re-fácil de contagiarse. Tanto que, gracias a la globalización del Globo Terráqueo (valga la redundancia) y a la hiperconectividad del planeta Tierra los tipos la distribuyeron en toda la Orbe en unos días apenas. Antes, en la edad media, pasaban años para que fuera de una punta a la otra de Europa. Hoy, en una semana, tenés contagiados los 5 continentes.
Y así los seres humanos, en distintas oleadas, nos fuimos contagiando del Cobicho.
Porque así se le dio en llamar.
Y en distintas oleadas se enfermaban.
Y se morían. Que el Cobicho tiene eso: si te agarra mal parado, te tira.
Y en nuestro paisito al principio nos hicieron creer que éramos los cracks del mundo (porque todavía no había empezado) y después, cuando en vez de ser los cracks éramos los que teníamos mayor índice de mortalidad del mundo, nos querían hacer creer que no era tan así y que si lo era, la culpa era nuestra.
Y a los que trabajaban en la Salud y que ponían señales de advertencia les llamaron mentirosos y alarmistas. Y hoy (un año después) tienen el tupé de decir que los CTI no habían colapsado como esos pájaros de mal agüero pronosticaban. Claro que no dicen que la mortalidad en esos CTI era mucho más alta que la esperada y por eso quedaban camas libres.
Bueno; dos años y pico después el que se la agarró primero fue (por mayor exposición, creo yo) el Tordo. Ese que en sus ratos libres escribe los Comentario Sinternacionales. Y el Tordo se la pasó al Fotógrafo, que se la pasó a Medio Gurméndez quien me contagió a mi, que contagié a Mona y a mi otro hermano Mínimo.
Tres cuartas partes de La Galanga fuera de la redacción de un plumazo.
Por eso, sabiendo que La Galanga debe seguir, metidito en la catrera les aviso que todo está bien, que Bobonabo tenía razón: era una gripezinha.
Comentarios
Uhhhh compañeros de La Galanga !!!! A cuidarse mucho y pronta recuperación para los enfermos!!!
Silvia Ferrín
Hola Daniel y compañeros, cuídense mucho!!!. Abrazo fraterno desde la tierra de volcanes.
Alejandra
