por el Gurru
galanga (diccionario de la real Academia Española)
3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.
jueves, 16 de mayo de 2024
miércoles, 15 de mayo de 2024
Dicen
por Caperuza Rebelada
martes, 14 de mayo de 2024
Asado
por el Flaco
lunes, 13 de mayo de 2024
Negro
Yamandú Cuevas (Verdecito) además de ser un laborioso vecino de Playa Verde es un exquisito dibujante, pintor, collagista y escritor.
Podrá visitarse de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 hasta el 28 de junio.
Negro
La clase de pintura sucedía en un salón descascarado, frío y mucho menos iluminado de lo que se necesitaba para poder pintar algo mínimamente decente, pero el profesor así lo exigía. El modelo era una jarra de loza blanca, un cubo de yeso y una espátula de plástico también blanca, todo compuesto sobre una tela del mismo color. El desafío era captar y representar las sutilezas tonales trabajando sólo con blanco y negro.
El clima era de concentración. Todos nos afanábamos en armar bien la paleta, en fondear el cartón y plantear correctamente los volúmenes en el plano. Había algo de tensión. Algunos delineaban muy suavemente las figuras con lápiz mientras que otros emprendíamos el trabajo con los pinceles.
A poco de empezar se me cayó una gota de negro sobre el cartón blanco. Si la hubiera raspado con la espátula enseguida no hubiera sido grave. Pero la mancha tenía una forma rara. Era como un ángel negro o como un demonio medio gordo con unas garritas finas y largas. Le descubrí ojos, cuernos y hasta cierta textura en la piel. No pude evitar la tentación y alargándole una protuberancia que le aparecía entre los labios le hice escupir otro poco de negro hacia la zona más gris y rugosa del cartón que como todavía estaba húmeda se abrió en una pequeña explosión. Ahí sí apliqué la espátula a ver qué pasaba al mezclarla con el gris de abajo. No fue sencillo. Apareció otro ser, más chico pero más temible e indefinido que enseguida le tiró un escupitajo gris al demonio negro. Un gris raspado que en su trayecto dejaba un rastro de blanco sucio que terminaba justo en la frente de su contrincante. La cosa iba y venía. Aquello era un caos, los demonios se salpicaban sin control expandiéndose por toda la superficie y generando un orden propio dentro del desorden.
Desde atrás de la jarra de loza blanca planteada en mi tablero, saltó una especie de langosta de tinta negra que empezó a devorarlo todo: cubo, espátula y tela. Cuando hubo acabado de engullirse el cartón siguió por la tabla y mi atril. Antes que siguiera por mi buzo de lana y tal vez por mi propio cuerpo y todo lo demás, la aplasté de un carpetazo que vino a salpicar a mis compañeros cercanos, a la mesa y a la pared blanca sobre la que fue a caer una gota de negro. Si la hubiera raspado con la espátula enseguida no hubiera sido grave. Pero la mancha tenía una forma rara…
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Meri
domingo, 12 de mayo de 2024
Jugamos como nunca, perdimos como siempre
por Trancazo
Somos
vocacionales del fracaso. Mientras otros se regodean con el recuerdo de
triunfos pasados, nosotros rememoramos heroicas derrotas en las que estuvimos casi
a punto de evitarlas. En vez de “Valientes del Charco Football Club” o
“Charqueros”, deberíamos llamarnos “Casi, casi”.
A diferencia de
muchos otros clubes que identifican con nítida precisión cuál es su archienemigo
perpetuo, nosotros los Charqueros no podemos. Nuestro eterno deambular por las
distintas categorías —principalmente en dirección descendente— nos ha impedido
llegar a cosechar una rivalidad visceral con ningún otro equipo. Por razones de
vecindad, la lógica indicaría que nuestro clásico rival debería ser el
“Atlético Desparramo”, porque “el Despa” es el club nacido en Piojones, el barrio vecino. Pero, solamente hemos
estado en la misma divisional una vez y fueron apenas dos partidos: una goleada
antológica y un disputado encuentro que “casi, casi” no perdemos.
Algunos señalan
que nuestra cancha está maldita y que seguramente fue construida sobre un
antiguo cementerio indígena, lo que explicaría nuestro invicto como locales
(solo equiparado por el que tenemos como visitantes).
Para ser un
genuino fanático de Charqueros hay que disponer de la estoica disciplina de un
samurai y su mismo compromiso con el deber. Nuestro himno recoge ese enfoque en
sus magnas estrofas que indican: …sabremos perder…, …magníficas
derrotas que templan nuestra alma…, …cualquiera puede ganar, pero la
derrota eterna es un privilegio de elegidos….
Nuestro
fundador y primer presidente del club, don Ramón Ortuiño Cabrán, señaló en el
discurso de su asunción, con visión que resultó profética, que la gloria es
esquiva y voluble y no siempre nos será fiel… Los detractores de don Ramón
de todas las horas, hicieron correr la voz de que “la Gloria” no era otra que
la señorita María Gloria Peláez dependiente del almacén de don Ramón y presunta
amante, pero eso es otra historia.
El almacén
tenía adosada una cantina que congregaba a muchos parroquianos que convocados
por la buena comida y la bebida barata que despachaba con generosidad don Ramón
se pasaban las tardes y las noches discutiendo de todo y arreglando problemas
con la facilidad que da la charla entre amigos y el alcohol. Fue algo casi
natural que surgiese la idea de formar un club local de fútbol porque la pasión
por la pelota era casi un requisito del lugar; eran vistos con desconfianza
quienes no demostraban ser cabales futboleros. Aquellos que se reunían para
jugar al dominó y al truco eran tolerados como excéntricos, pero marginales.
Naturalmente
la cantina fue la primera sede del flamante “Valientes del Charco FC”, don
Ramón su primer presidente por unanimidad y aclamación de los socios fundadores
y la vitrina que exhibía fiambres, quesos y emparedados fue destinada a guardar
los trofeos y títulos que con mucha esperanza coleccionaría el flamante club. Ya
ha pasado mucho tiempo de aquella ingenuidad, el vacío de la vitrina denunciaba
con fuerza la realidad deportiva de la institución por lo que hace diez años
decidimos por solemne y unánime decisión de la asamblea que la vitrina
recuperase su función comercial inicial. En caso de conseguirse algún trofeo se
vería de ubicarlo con el destaque apropiado. Y así se hizo el año pasado cuando
se puso en el lugar más visible de la cantina, en la pared que tiene las
estanterías con las bebidas, el diploma enmarcado que acredita nuestro cuarto
puesto en el campeonato organizado por la cooperadora del barrio para juntar
fondos en beneficio del merendero infantil.
¡Un cuarto puesto! De todos modos, hubo opositores y críticos. No
dejaban de señalar que el referido campeonato fue un cuadrangular.
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Mondiola's blues (10)
por Tano de la Mondiola
Episodio 10 Pulsá acá !!!
Encaramos los orígenes, fuentes, etimología del Delta blues y de otras regiones del inicio multifocal del género.
sábado, 11 de mayo de 2024
Cartas al Diretor (20) El guisolfo
La Galanga rodeada de sus editores. Y además rodeados todos de mosquitos. |
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Volver
por Odoacro
A medianoche me levanté para ir al baño, a mi edad es algo
normal.
La próstata dijo el médico.
Volví a la cama con frío y me tapé hasta las orejas, usé mi
truco secreto, imaginar que estaba parado en el salón de clase dando la lección
mientras Julieta, la maestra, me miraba seria pero cómplice, creo que no pude
dormirme, decidí volver al baño.
Caminé al oscuro; medio dormido debo haber confundido el
camino porque me pareció dar más pasos de los habituales, encontré la puerta
frente a mí, no al costado. Busqué a tientas el interruptor, cuando por fin
hubo luz reconocí las paredes azules pintadas al aceite, las baldosas blancas y
negras, el calentador a alcohol en la ducha.
Al salir crucé despacio el corredor para no despertar a mis
padres que dormían en el dormitorio de la derecha.
Mis abuelos, ya estaban en la cocina, el abuelo con el fuego
encendido preparaba su desayuno, tocino y una enorme costilla, mientras
escuchaba la vuelta ciclista en la Telefunken ubicada en un estante alto en el
límite con el comedor; como siempre me alzó y besó, su cara con barba de tres
días daba cariño, pero lastimaba.
Abuela luego de su beso me preparó un tazón de café con
leche acompañado de pan, manteca y dulce de membrillo.
La cocina estaba contra la vereda de la calle Figueredo,
solo tenía un tragaluz por el que se oía, pero no se veía lo que pasaba afuera
No era un inconveniente en esa casa sin timbre y de puerta a
la que nunca se le pasaba llave, los vecinos entraban sin llamar, o goleaban
las manos en el tragaluz.
El lechero anunciaba su llegada con un grito contenido, el
chillido de las ruedas del carro le agregaba música
Pedí el jarro de latón y salí a buscar los tres litros de
leche diarios.
Con las dos manos, despacio, llevé el tacho hasta la mesa de
la cocina y volví a la calle.
Apenas amanecía, pasarían horas hasta que llegara mi primo y
compinche, a eso de las diez u once.
Había llovido, y la helada congelaba los charcos; con un
palo saqué una capa de hielo y la guardé en el congelador para mostrársela
luego.
Cuando llegara no habría hielo, y quizá tampoco charco.
Me distrajo un ruido que subía por Antolín Urioste, parecía
un desfile de carnaval, o la llegada de un circo.
El loco Aparicio encabezaba la marcha cantando e invitando a
bailar a las vecinas. Detrás, La Loca de los Patos, Bombón en su caballo moro,
El Chifle Lafluf en su bici, las gitanas.
Fui a buscar mi tambor de lata y marché con ellos. Al llegar
a la avenida nos agarró la noche, todos desaparecieron. Volví solo, agotado.
Me acosté sin hacer ruido para no despertar a mis abuelos.
A eso de las tres me levanté al baño, a mi edad es algo
normal.
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viernes, 10 de mayo de 2024
Animal crackers / Una película blanca
por el Flaco
la vida es una novela
de lucha en el honorable
desde que es presidenciable
un tropel de comediantes
proyectos de gobernantes
peleando la sucesión
pa´continuar la función
liberal refundadora
del país liquidadora
quedándose hasta con el loro
y salvándole el pellejo
a los mismos malla oro
todos los correligionarios
de obligada gabardina
y de mini la madrina
tolerante Garchimón
enwhiscaos pa´la ocasión
de avant premier partidaria
más la presencia ordinaria
de Gracruela ojos de ensueño
asistían al lanzamiento
para el gran postulamiento
de los hermanos Marx aspirantes
a engrupirse a los votantes
(Sar Torich aclaró triunfante
que estaría desde la nube
que si la encuesta le sube
capaz lo reconsidera
tampoco es para cualquiera
tener que ir a declarar
lo que no habrás de gastar
ni en cuatro vidas enteras)
el más conocido, Groucho,
con el emblema en la mano
(y este es Grandini Astesiano)
arengó “vivan los blancos”
Julia Show entendió “los bancos”
y ya entró a calcular
si el Jorge llega a ganar
me tiro otro Pan de Azúcar
y compro estancia y dos barcos
Zeppo, nada significante
aunque de estirpe coimeante
da la pelea en varios frentes
sobre todo contra el Frente
sabiendo que su jugada
es prenderse en el segundo
buscando un golpe rotundo
a su carrera frustrada
mejor se quede cantando
“te quiero yo / y tu a mí”
aunque Sumar no es con Barney
ella es tan sólo Miss Lauri
no es intendenta
no es nada
Chico Marx el del sombrerito
para la interna, Alvarito,
quizás el menos talentoso
pero locuaz mentiroso
va en punta en las preferencias
de toda la incauta audiencia
que espera del secretario
sea el fiel depositario
de este legado obtenido
en estos años cumplidos
de choreo e inauguraciones
se lo ve con contracciones
en los carteles ruteros
eso de ser constipado
es mal augurio, aparcero
Lafi-Gliola el más provida
el anti trans, ex edil
muy creyente y diputado
dice que ha tartamudeado
y no completa las frases
y eso que ha tomado clases
con Persio Suglia en Cultura
ve su campaña muy dura
aunque aspira a algún carguito
se conforma con ser Harpo
o sea el hermano mudito
cierra el elenco invencible
la hermana menos visible
del quinteto electoral
su repertorio actoral
le dio el apodo de Gummo
creemos que no hay ninguno
en Pando que la conozca
a la francesa Corbrán
también quiso ser intendenta
y en la tele haciendo cuentas
dice que nada de impuestos
así todos descompuestos
se caían los panelistas
y eso que había más de uno
que dijo ser herrerista
Traducida como Los rompecabezas, ANIMAL CRACKERS se estrenó en Estados Unidos en 1931, y cuenta la historia de unos polizontes en un barco que viven una serie de aventuras divertidas hasta que todos acaban siendo trabajadores para un mismo presidente, adicto a las selfies y comedor de pescau congelado próximo a terminar su mandato, pero apostando a la reelección cuatro años después. Fue una producción de los estudios Lamas House y tuvo dirección de Norman Mcleod y guión de J.M. Sangui -Netti y Will B. Lafluf.
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martes, 7 de mayo de 2024
¡¡Primicia exclusiva del Gurru!!
por el Gurru
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Silvia Barzi
lunes, 6 de mayo de 2024
Tarda, pero llega.
por Mínimo Gurméndez
Ayer se cayó la mentira. Pero todavía no sabemos quienes y porqué la sostuvieron, la hincharon, la manejaron. Y, por supuesto, la pagaron.
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Caperuza Rebelada