In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.
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domingo, 29 de junio de 2014

Carta de Lugano a Chiellini



Otra vez con galanga ajena, pero de la buena.
El mismísimo Marciano Durán, sin permiso pero con gusto.

CARTA DE LUGANO A CHIELLINI

carta


Chiellini muestra, indignado, la lesión propinada por el salvaje oriental.

miércoles, 1 de enero de 2014

La Galanga literaria

Código QR de La Galanga
¿Que te parece?
Es famoso el nexo que hay entre el uso del inodoro y el hábito de la lectura. En estos momento en que los libros están pasando a no existir más en manos de los libros electrónicos, La Galanga quiere proponerles empezar el año comprando uno.

Si la galanga es un inodoro portátil (el i-pod de los inodoros) usemos un libro con todas las letras (valga la asociación de ideas) que viene hasta con un DVD para los enlaces de imágenes y los códigos QR.

Marciano Durán, colaborador free time de este opúsculo, ya había publicado el Código Blanes. Ahora (y con la ayuda de su hijo) se manda El sueño de San José.


Vale la pena seguir siendo un antiguo y regalarnos un libro

Felicidades Marcianos

Los Editores y Responsables (editores irresponsables) todavía creemos en los libros.







Comentarios


Cada día que pasa, los libros, en un mismo lugar, en una misma posición, lucen mejor que el anterior. Al igual que el vino, el tiempo robustece y tonifica su contenido, invita a paladear otro, a degustar uno nuevo sin importar la fecha de su creación. Ni un buen libro ni un buen vino nacen con fecha de caducidad en su presentación. Yo también creo en los libros, me place leer a la luz del sol, hacerlo guardando distancia del Litio Ion o del Níquel Cadmio. Leer un buen libro invita a soñar, a respirar. Y a favorecer, como la naturaleza, a que los demás respiren.
Fernando Alonso Pérez

jueves, 25 de octubre de 2012

De Marciano Durán

El mismísimo Marciano Durán nos participa de sus primeras 1.000.000 de visitas a su blog de Crónicas Marcianas (www.marcianoduran.com.uy). Y para festejarlo nos manda el siguiente poema.
Para nosotros que vamos remando recién en las primeras 10.000 visitas esto nos parece un despropósito. Amantes de los despropósitos lo replicamos en nuestra galanga


USTED PREGUNTARÁ POR QUÉ CORREMOS

(a Mario Benedetti...un fenómeno que nunca corrió una carrera)

Si el frío nos perfora hasta los huesos
y el sol va quemando nuestros planes.
Si el viento nos devuelve hacia el principio
y el desaliento esconde los finales...

...usted preguntará por qué corremos.

Si cada cuesta cuesta hasta el ahogo
y en la pendiente pendiente está el desplome.
Si los aires ya no son los del comienzo
y la ruta es una sucesión de murallones...

...usted preguntará por qué corremos.

Si el aire disminuye hasta la asfixia
y respirar se torna un desafío.
Si la sed reseca los caminos
y nos asaltan los fríos y resfríos...

...usted preguntará por qué corremos.

Corremos porque el paso no es bastante
y no es bastante el canto ni la risa.
Corremos por los cuerdos que extrañados
ven pasar a los locos con su prisa.

Corremos en un mundo muy sensato
regido por la típica cordura.
Corremos cada loco reclamando,
el derecho al paréntesis que cura.

¡El derecho irrenunciable a la locura!

Usted...¿Insiste una vez más en preguntar?

Corremos, señor... téngalo claro,
porque no nos enseñaron a volar.


Marciano Durán

viernes, 5 de octubre de 2012

Ojo al piojo: Marciano Durán se desbocó

Recibimos una invitación (de Marciano Durán) a participar del patrimonio de todos los uruguayos: esto es, de su lenguaje.
Pero además el que esté por Maldonado que se de una vuelta y después comenta.
Garcias Marciano

jueves, 4 de octubre de 2012

Uruguayos incoherentes de América y del Mundo

Frente al Día del Patrimonio, otra colaboradora (Gabriela Laviña C), acerca esta otra galanga ajena de Marciano Durán (www.marcianoduran.com.uy)

Uruguayos incoherentes de América y del Mundo

por Marciano Durán

Somos raros, o por lo menos somos distintos a unos cuantos.
Me refiero a los uruguayos.
Está claro que tenemos costumbres que nos distinguen: perfil bajo, pocos gritos, no muy fanáticos de las ocho horas, más bien humildes, de llegar tarde a todos lados, de poca memoria y muchos perdones, todos directores técnicos y votantes de cualquiera, menos del que esté de turno defraudándonos.
Esperamos la llegada del domingo y no sabemos bien qué hacer con él cuando aparece. Inventamos el “domilunes”, esa “tardecita-noche” parecida a un velatorio nacional.
Hace muchos años queríamos que nuestros hijos fueran doctores o maestras. Más adelante nos gustó que fueran bancarios. Después quisimos tener un kiosco, o cualquier comercio que estuviera de moda. Así llenamos de clubes de video y canchas de pádel las ciudades de nuestro país. Al tiempo transformamos las canchas de pádel en gimnasios y en viveros, y a los clubes de video los volvimos cibercafés.
Somos distintos. Para nosotros el año empieza cuando llega el último ciclista. No sé si no sería bueno armar el pinito de Navidad en Semana Santa, y mandarnos tarjetas deseándonos “próspero año nuevo” a partir de abril.
Somos distintos. Matemáticamente siempre tenemos la chance intacta para entrar a ese lugar donde ya está el resto del mundo.
Nos prometemos los cambios para después del fin de semana: la dieta, dejar el cigarro, correr, no perder más el tiempo en cosas que no lo merecen. En fin, somos uruguayos. Por lo tanto incoherentes. Y no sólo porque tenemos un Penal de Libertad, un Arroyo Seco, un Cerro Chato, y un Estadio Charrúa en medio del Parque Rivera.
Somos incoherentes por mucho más que eso. Veamos:
¡En Cerro Colorado ganaron los Blancos y en la Blanqueada el Frente!
Las llamadas retumban en Durazno, Melo y en San Carlos. ¡Pero no hay llamadas en Tambores!
El paseo para niños más importante de este país se llama Villa Dolores, y la edificación más grande del Uruguay la hizo un tipo de apellido Scasso.
¿Cómo entender que una plaza que se llama Cagancha no tenga baño?
¿Cómo entender que la Organización del Fútbol del Interior (OFI) sesione en Montevideo?
Sinceramente, resulta difícil explicar que en Punta del Este los pobres vivan en un barrio de nombre J.F. Kennedy y los ricos en el Cantegril.
¿Alguien me puede explicar cómo es posible que los montevideanos cada vez que vienen al interior digan que van para afuera?
¿Cómo es posible que el único boxeador que llegó a pelear con Alí sea Evangelista? ¿Cómo es posible que Picasso nade, y de las Carreras escriba?
Cómo entender que Aguas Dulces tenga solo agua salada, que Progreso descienda, que por Tarariras no pase ningún río, que después de La Paz vengan Las Piedras, que los duraznos sean de Canelones, y que en la Isla de Flores no haya ni siquiera un cartucho. Que los Treinta y tres orientales hayan sido como cuarenta, o que un húngaro nos hizo el himno.
Sí, es entendible. Después de todo vivimos en un país que ni nombre tiene. Sólo sabemos que nuestra república está al oriente de un río llamado Uruguay. Definitivamente somos una manga de incoherentes. Por donde nos busquen.
Por ejemplo, veamos un poquito la política uruguaya:
No es necesario ser un atento observador para darse cuenta de que Rubio no sólo que no es rubio sino que, como si fuera poco, es calvo.
¡Blanco es colorado! Iglesias no va a misa. Pita no fuma. Platero era un sindicalista inteligente, Ache no tiene hache, Obispo no tomó la comunión, y a la ley para despenalizar el aborto Tabaré la hizo abortar.
En cualquier tema sucede lo mismo. La banda que gusta más se llama “No te va a gustar”. El escudo de Florida dice “Libertad y Progreso”. Pero Libertad está en San José y Progreso en Canelones. El Fata Delgado está cada vez más gordo. El músico que anda más clarito es el Negro Rada. Carrero anda en auto. Pepe Guerra es un tipo tranquilo.
Peinado no tiene un pelo. Bueno es malo, Casal es uno solo, Carrasco es del campo, y Del Campo es de la ciudad. Hornos es un jugador frío, Rocha es de Salto, Bizera juega sin nada en la cabeza, Peña es de Nacional, y a Gesto no se le mueve un solo músculo de la cara.
¿Tienen idea de cómo se llama la Escuela Nacional de Vitivinicultura?
Bien, supongamos que no tuviera nombre y nosotros le tuviéramos que poner uno. Pensemos…
¿Escuela de Vitivinicultura? ¿Escuela de Vitivinicultura, Calidad y Estilo? No, no se llama así. ¿Estirpe y excelencia? Nooo, tampoco.
La escuela de Vitivinicultura de este país dependiente del Consejo de Educación Técnico Profesional.
La escuela de Vitivinicultura del Uruguay, pilar del conocimiento del proceso de producción de vino, soporte del desarrollo de los vinos de nuestro país, se llama: Tomás Berreta.