In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.
Mostrando entradas con la etiqueta galanga vieja. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta galanga vieja. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de septiembre de 2015

Cambiemos de tema



por Ke Verba

Derly Martínez, ahora jubilado, era la voz institucional de Radio Clarín.
Ahora jubilado, y según por lo que obtuve, hasta el año 2013 viviendo en Villa Argentina, para muchos era LA VOZ del dial uruguayo.
Buscando un poco, y con el fin de ir descontracturándonos de la situación actual, les digo que para mi abuelo, Clarín era un Servicio Esencial.
Van aquí algunas publicidades siempre realizadas por Derly Martínez.

  • El tiempo pasa, la ropa queda si es de Roveda.
  • ¿Se va a bañar? Jabón Palmar.
  • Luzca en la calle, vista en Ovalle.
  • No Señor, no me callo, solo exijo aceite El Gallo.
  • ¡Varón! dijo la partera. Se afeitará con Legión Extranjera.
  • Venga del aire o del sol, del vino o de la cerveza, cualquier dolor de cabeza se quita con un Geniol.
  • Pregúntele a su vecina con qué cocina cocina. ¡A que le dice Volcán!
  • Permítame que insista, deje que El Mago lo vista.
  • Malta Montevideana, a rica y sana nadie le gana.
  • Vengo a pedir la mano de su hija. ¿Con qué cuenta? ¡Con los dedos! A este yo lo cocino con aceite Torino.
  • Porque el cardo ha de pinchar, es que nace con espina.
Negra, bajá un poco la comedia… y aprontá el mate que se viene el Mago en Clarín!
  • Ahora el programa más escuchado del dial uruguayo. Como a todas las horas pares, en Clarín, canta Carlos Gardel.

Comentarios


Muy buenas!!!
Y estaban las de Radio Artigas: Si alguien le pregunta usted diga, yo oigo siempre Radio Artigas. Y a la cera, llamele H senora!
Con esta flor que hago, la tiro? Contra flor y al resto con Vesubio, flor de amarga! 
Saludos

Tano

domingo, 19 de octubre de 2014

La vejez nos llega a todos

Mi nombre es Daniel.
El otro día había ido al dentista a hacerme el control que debería ser anual. Como habían pasado bastante más que algunos años no encontré al dentista que me atendía antes y elegí otro cualquiera, más por el horario disponible que por otra cosa.
Ya en la sala de espera, y como las revistas son mayoritariamente de boludeces ilegibles, me dediqué a ver los cuadros en la pared. Junto a los cuadros había una serie de Títulos universitarios colgados. Uno de ellos me llamó la atención: el nombre me sonaba a compañero mío del liceo Dámaso. Me fijo en la orden de consulta y ¡Zas! Estaba anotado con él.
- "Fulanito de Tal. Fulanito de Tal" me repetía mentalmente. "Tiene que ser. Ahora me acuerdo bien. Era uno que jugaba muy bien al basquetball y que no nos daba ni pelota a nosotros, que además de petisos, éramos unos troncos. Hijo de puta; me acuerdo que una vez se arregló con una mina divina y se floreaba como que fuera Fernando Morena"
Estaba en esos recuerdos cuando me llaman desde el consultorio.
El dentista era un tipo gordo y pelado. Como tenía el tapabocas puesto no vi que sus dientes estaban amarillos (¿tabaco, cigarrillo? Mala propaganda para un dentista) hasta que, al entrar yo, se lo sacó saludándome con la mano, llena de manchas y arrugas de piel de viejo. La impresión es que no podía ser el mismo, no me daban las cuentas con la edad. Tendría que tener solo 55 años. Pero el nombre era el mismo.
- Buenos días, Daniel. Soy Fulanito de tal, el odontólogo. ¿Ud. viene para un control?
- Si, si. Buenos días. Vengo para un chequeo.
- Siéntese por acá, recueste la cabeza. Así es; permiso - dijo mientras me ponía el babero de plástico.
- Ud. disculpe, Fulanito. ¿Ud. fue al liceo Dámaso Antonio Larrañaga?
- Si - me dijo mirándome por encima de los lentes de presbicia que usaba - Hice todo el liceo en el Dámaso.
- ¿En que años fue eso? - pregunté interesado
- Salí de preparatorios en 1976.
- ¡¡¡Pero vos estabas en mi clase!!! - le dije casi eufórico.
- ¿Ah si? ¿Y vos profesor de que materia eras?


Comentarios


Que cosas que pasan. Ese odontólogo debería ir al oftalmólogo, jejeje.
Un abrazo enorme desde Gavà (Catalunya).Queco Jones 

Cerrá y vamos
Carito

domingo, 23 de marzo de 2014

Dos viejas amigas o Dos amigas viejas

No hay nada más sano que saber reírse de uno mismo.
Y a los cincuentones largos que usamos este medio para ser Editores y Responsables (editores irresponsables) de algo, esto ya nos pasa seguido:

Dos veteranas habían sido amigas más de 50 años. En ese tiempo habían pasado por cantidad de peripecias, algunas buenas, otras bien jodidas.
Su amistad las había mantenido juntas.
Y juntas las encontrábamos cada tanto, tomándose un té, jugando a las cartas, conversando.

Un día, mientras jugaban a las cartas, una le dice a la otra:
- Mirá; Vos. Ahora no te enojes conmigo. Yo sé que hemos sido muy buenas amigas durante muchísimo tiempo. Las hemos pasado bastante embromadas muchas veces y pudimos salir adelante. Pero mirá lo que me pasa: no me puedo acordar de tu nombre. Pienso y pienso, busco en mi memoria ... y no me puedo acordar de cómo te llamás!!!

La amiga baja las cartas que tiene en la mano y la mira fijamente a los ojos, sin pestañar. La mira un minuto, dos minutos, con la mirada más penetrante que se pueda imaginar.
Y sin dejar de mirarla a los ojos le dice:
- Espero que no estés muy apurada por saberlo.

martes, 16 de julio de 2013

La memoria de nuestro fóbal

Copa Confederaciones: entramos 4º. Mundial sub20: entramos 2º.
Si bien es cierto que hace años que no ganamos una final mundial (la última copa mundial se cumplen hoy 63 años) también es cierto que siempre andamos peleando alguna.
Todo esto se puede ver como historia vieja; necesitamos poner las cosas en el presente.
Independientemente de ello los Editores y Responsables (editores irresponsables) de La galanga recomendamos con mucha fuerza el video que ponemos abajo.
Es una obra maestra que la FIFA recuperó hace unos años, para su centenario de 2004. Basado en imágenes de 1930, imperdibles.
Para los amantes del fóbal; para los amantes de la Historia; para los amantes de las cosas bien hechas.








Si no lo puede abrir cliqueando en la imagen, pruebe en el siguiente enlace de YouTube   https://www.youtube.com/watch?v=UjIyZi8wOzU

viernes, 1 de febrero de 2013

Publicidad era la de antes (2)

El 16 de julio '12 habíamos publicado en La galanga una serie de viejos artículos publicitarios que nos había alcanzado JuanJoséhttp://lagalanga.blogspot.com/2012/07/publicidad-era-la-de-antes.html
Ahora Melba desde Australia insiste con el tema: sacó de un arcón destartalado y agrega otros que compartimos.
Atención creativos de la publicidad: La galanga les da ideas y gratarola




Caballero: hágasela suave y placenteramente

 
Su afeitada perfecta le proporcionará un suave placer con crema de afeitar MENNEN.
 
 
 
 
Señora: ¿Le gusta que su marido lo tenga duro o blando?
 
 
 
 
No lo piense más. Mándele planchar el cuello de sus camisas con almidón Colman
 
 
 
Caballero: ¿está preocupado porque se le para de repente y le chorrea líquido?
 
 
Es que su vehículo está precisando un cambio de bujías Champion

miércoles, 23 de enero de 2013

Aquel paseo a la Barra del Santa Lucía

Cadorniano, que si algo tiene es memoria, nos recuerda el paseo a la Barra del Santa Lucía




Esto que les cuento fue un Domingo del mes de Febrero del año 1948, siendo yo un flacucho de 15 años, de jopo armado con Glostora.
En aquella época, ir a la Barra de Santa Lucia en el pueblo Santiago Vázquez, era un paseo que disfrutaba mucha gente. En el parque actuaba la banda municipal o la policial o de la marina, tocando música  popular, que muchas parejas salían a bailar. Por la tarde llegar hasta el puente y desde allí contemplar el río en todo su esplendor y viajar hasta la Isla del Tigre en una barcaza, era un deleite. Concurrían muchas jovencitas, que casi siempre estaban acompañadas por la mamá, la tía, la abuelita o el hermanito. Algunas veces si el acompañante de turno era una prima o una hermana mas canchera, podíamos dar un paseo por el parque o ir a caminar por el puente donde uno se ponía más romántico y nos daba la posibilidad de hacer una cita que la mayoría de las veces era para la salida del liceo y con suerte y mucha labia, como dice la canción de Marco Velásquez, aburríamos los cuadernos en el prado.
El hecho es que ese domingo amaneció un día espectacular y con Walter, decidimos ir a la Barra. Lo hicimos en el ómnibus de CUTCSA Nº 127.
Venía lleno por lo que nos toco estar parados y justo en el asiento frente a mi, viajaba una pareja. Ambos tendrían mas o menos 30 años, la mujer era una belleza, pelo negro largo, unos enormes ojos verdes y una boca que invitaba al beso. Pero lo que más atrajo mi atención fue el pronunciado escote de su vestido por el que asomaban unos generosos senos y como yo fui criado a mamadera, mis hormonas se alteraron de tal manera que no podía apartar mis ojos de ese lugar y por las dudas de reojo miraba al que venía con ella, no fuera cosa que me viera mirándola. Llegamos al destino y cuando el ómnibus paró, el tipo me tiró una trompada que si me agarra la barriga me la ponía en la espalda.
Me baje mas que ligero y Walter me pregunto: “¿Que pasó Julito que ese coso te quiso pegar?”  Le conté lo hermosa que era la mujer y lo del escote.
Me dijo: “Pero loco, vos no tenés gollete; como le vas a mirar las tetas a una mujer que viene acompañada. Con razón te tiró flor de trompada”.  Fuimos a dar una vuelta por el parque, a vichar las gurisas, y cuando íbamos a la parada del tren para el regreso, por la misma vereda y de frente, venía la pareja del ómnibus. Si sentado al hombre lo vi grande, ahora me parecía enorme. No sabia si salir corriendo o cruzar para la otra acera. Pero aunque estaba asustado, cobarde no soy y me preparé para defenderme y aguantar la paliza como pudiera.
La mujer cuando nos vio, algo le dijo, posiblemente fue: “No le pegues que es muy flaquito y lo vas a matar o mira que es menor y te van a llevar preso”. Lo cierto es que cuando paso a mi lado, el tipo me dijo: “Por favor botija, no me mires más” y siguió su camino. Yo que esperaba una trompada, no supe que contestarle. Walter empezó a las carcajadas y yo que no entendía nada, le pregunte: “¿y a vos que te causo tanta gracia?” 
Entonces sin parar de reírse me dijo: “No fue porque le miraste la mujer que te quiso pegar Julito; se creyó que sos un mariquita” y siguió a las carcajadas. Por un tiempo, antes de salir, me miraba al espejo por un rato, no fuera cosa que me fueran a confundir otra vez.

viernes, 18 de enero de 2013

Un cachito de deliciosa nostalgia

El 24 de agosto está institucionalizado en el Uruguay que es la Noche de la Nostalgia Musical. Y por extensión todos los nostalgiosos de algo nos ponemos a hacer ejercicios de memoria para desempolvar algún recuerdo de esos que te dan una cosquilla en la barriga (como dice Cadorniano).
No pudimos aguantar hasta agosto para publicar ésto; capaz que en agsoto lo reiteramos y chau!.
Los jóvenes (entendiéndose por jóvenes a los que apenas tienen 40 años o menos) probablemente no tengan la menor idea de lo que Cadorniano les contará. A ellos les pido que para entenderlo le pregunten a cualquier pariente o amigo mayor; que lo impriman o se lo envíen y le vean la cara cuando lo lee.
Esa sonrisa, ese brillo en los ojos, eso es la nostalgia


Un cachito de deliciosa nostalgia


por Cadorniano
No hace tanto tiempo ...cocinábamos en un primus.

¿Cómo te voy a explicar?

Un primus era como una cocina chiquita que se prendía con un fósforo. No. Era como una garrafita que... no, tampoco... ¿cómo te explico?...
Tenía tres patas ¿no?... un depósito... un depósito que siempre brillaba.
Te lo juro, ni en la casa más humilde los primus dejaban de brillar. Los hacíamos brillar a Brasso partido.

Pero por las dudas, empecemos por el principio: ¡Atenti! No te estoy diciendo que fuera más rápido, más limpio, ni más seguro que un microondas.
Es más... tampoco tenés que interpretar que te estoy diciendo que todo tiempo pasado fue mejor, ni trato de venderte un tranvía. Lo que te digo es que cuando me acuerdo del primus me viene como una cosquilla en la barriga.

Porque tu vinculación con el microondas comienza un segundo antes de empezar a cocinar y termina un segundo después del sonido de la campanita.
En todo caso tu vinculación sigue un poco más si te quedan cuotas para pagar. Con el primus la historia arrancaba cuando lo levantábamos y lo sacudíamos para saber cuanto combustible le quedaba.

--¡Está casi vacío, mamá! Apenas se escucha un ruidito.

Precisábamos por lo menos media hora más porque teníamos que buscar la botella de vidrio que papá guardaba lejos de las otras botellas para evitar la confusión, la libreta, el trompo y las bolitas -por las dudas-, el bolso y recién después emprendíamos el largo viaje hasta el lejano almacén de la esquina.
A vos, por ejemplo, nunca te vi yendo al Súper a comprar kilovatios para el microondas. Camino al almacén era imposible saltearse la esquina donde los gurises jugaban un picado.
Así que el bolso quedaba esperando sin muchos nervios paradito atrás de un arco, de un árbol, a resguardo de algún patadura.
Un tiro libre, una atajada, un pase de gol y al almacén, donde Don Luis nos preguntaba por mamá, por papá, por el abuelo que hacía seis días que no veía y nos recordaba los dos goles de Spencer del domingo.

--Dos-go-la-zos-decía, como si Solé se los hubiera mostrado por televisión, y nos cargaba de cuentos, de saludos y de querosene que sacaba de un tanque con canilla.

Se limpiaba con una estopa, un trapo, un papel de astraza (en ese orden) manoteaba un par de caramelos de los bollones de vidrio.

--¿De cuál querés la yapa?-- De los envueltos, Don Luis, de los que tienen papelitos.

A la vuelta perdíamos alguna bolita o hacíamos zumbar un trompo y llegábamos justo cuando mamá salía a ver qué pasaba que demorábamos tanto.

--Estaba lleno, mamá.
--¿Y por qué estás transpirando?
--Porque vine corriendo para no demorarme.

¡Y prenderlo! ¡Prender el primus! ¡Todo un ritual!
Ponerlo en el fogón después de cargarlo y descubrir que...

--Mamá, no encuentro los fósforos.
--Pedile a Doña Luisa; que si volvés al almacén cocino de tarde. Pará...llevale esta rosca, decile que la hice en el horno a leña.

 Y otra conversación que generaba el primus.

--Doña Luisa, dice mamá si no le presta una caja de fósforos que se la devuelve más tarde.
--¿Cómo está tu hermano? ¿Se le pasó la fiebre? Llevale a tu madre esta manzanilla y para vos tengo una revista de Tarzán. Andá que te está llamando.

Después...ponerle alcohol con la alcuza y con cuidado, justo hasta el borde para que no se derramara ni una sola gota porque era peligroso que se prendiera fuego.
¡Qué extraño! No nos dejaban tocar nada que tuviera un cable pero nos mandaban a prender el primus.
Lo que todavía no consigo entender es cómo era que poníamos más alcohol del que cabía. Si mirábamos el nivel de líquido azul siempre parecía que estaba a punto de volcarse.
¡Prenderlo y esperar a que se consumiera!
Distraerse haciendo algo pero no mucho, como los malabaristas chinos de los circos que esperan hasta último momento que el plato deje de girar y justito, justito, cuando parece que se va a caer, cuando parece que se va a apagar ...cerrar la válvula y darle bomba.
Teníamos un reloj interior que nos avisaba en qué momento teníamos que hacerlo.
Y le dábamos bomba.

¿Bomba? Tenías que ... eeeh...te explico...con la mano izquierda lo sostenías para que no se moviera, con la derecha agarrabas la varilla de la bomba entre los dedos índice y mayor y lo impulsabas con el pulgar.
Una, dos, tres veces hasta que la presión era suficiente para que roncara con fuerza y apareciera esa llama poderosa capaz de hacer un guiso calentando de afuera hacia adentro, que era la única manera de calentar las cosas en esos tiempos.

Al costado descansaba la caja de fósforos Victoria que abríamos tirando de una orejita de cartón, levantábamos una tapita y ahí aparecían los pequeños fósforos con polleras de papel encerado que hacíamos bailar cabeza con cabeza. Mi padre la convertiría después en la más masculina lima de uñas. Junto a ella, como tres flaquísimos soldados, en un sobrecito de papel azul aguardaban alertas las agujas de lata, por si se tapaba algún oído.

Cada tanto había que darle bomba para que no se achicara la llama y cuando se terminaba de cocinar lo apagábamos en el patio abriéndole la válvula para que en la casa sólo quedara olor a comida.

--Si sobró algo de puchero voy por ahí-- decía en broma el vecino del fondo cuando nos veía apagarlo. --¿Cómo te fue con el mapa que te ayudé a hacer?
-- Me saqué un sote Don Julio.
--Nos sacamos un sote-- decía el vecino y seguía regando las tomateras.

Sí... tal vez nos sobraba el tiempo y no sabíamos qué hacer con él.
Lo más probable es que hoy se cocine más limpio, más seguro y más rápido
Lo más probable es que hoy la vida sea más limpia, más segura y más rápida.

Pero... lo que te puedo asegurar es que entre el primus y el microondas había por lo menos tres conversaciones, un mapa, un par de goles, una revista de Tarzán, un fiado, una manzanilla, dos caramelos, una rosca casera y todo un barrio de diferencia.

¡Se me durmió en el sillón! ¡Qué raro, dormirse cuando le estoy contando estos cuentos tan interesantes!

lunes, 14 de enero de 2013

Trabalenguas


Cosa vieja, el trabalenguas. Y cosa linda que el Violetero nos los traiga de los más profundo de nuestras memorias para recordar con una sonrisa pintada en el rostro

Trabalenguas



por Violetero

¿RECUERDAN LOS TRABALENGUAS?
NOS HACÍAN ENTREVERAR
Y EL PODERLOS RECITAR,
ERA UNA COSA BIEN SERIA.
¿Y EN ESTA ERA MODERNA
TENDREMOS LENGUA DE CUERO?
¿NO EXISTEN… “TRABALENGÜEROS”
PROPONIENDO ALGUNO MÁS?
NOS HEMOS QUEDADO ATRÁS
YA NO HAY TRABALENGUAS NUEVOS.
 
EL “REY DE CONSTANTINOPLA”
SE FUE CON “MARÍA CHUZENA”.
"LOS TRISTES TIGRES”, DE CENA,
COMERÁN MUY POCA COSA.
“COMPRÓ PACO POCAS COPAS”;
“¿CUÁNTOS CUENTOS CUENTA CUINTO?”
“GUSTO DEL GUSTO” DEL TINTO,
“PABLITO EL CLAVO CLAVÓ”.
“ERRRE CON ERRE” ES ERRÓ
TODOS VIEJOS Y DISTINTOS.
 
DICEN QUE LOS TRABALENGUAS
NOS AYUDAN A HABLAR BIEN;
LOS EJEMPLOS NO SE VEN
PORQUE SE ESCAPAN LAS LENGUAS.
ES TIEMPO DE QUE SE APRENDA
QUE SUBIDOS AL ESTRADO
SE DEBEN DEJAR DE LADO
PALABRAS INAPROPIADAS
QUE NO NOS AYUDAN NADA;
SUS PROPUESTAS ESPERAMOS.
 
ENTONCES HOY PROPONEMOS
UN  MODERNO TRABALENGUAS
PARA EJERCITAR LAS LENGUAS;
SI LO DICEN BIEN…VEREMOS.
INTENTARÉ YO PRIMERO
DECIRLO CON GRAN CUIDADO.
FORMEN FILA AQUÍ A MI LADO
Y CONTINUEMOS PROBANDO.
ESTO YA ME ESTÁ ENCANTANDO;
¡SE LOS PRESENTO….¡CUIDADO!
 
EN EL COCO USA EL SOLDADO
UN CASCO COLOR CAQUÍ.
QUIQUE HIZO CACA Y PICHÍ;
CON EL CUCO LO ASUSTARON.
QUICO Y QUICA SE MARCHARON .
SU CUCÚ ROMPIÓ LA QUECA.
COCA SUFRE DE JAQUECA:
(PASÓ EN EL QUECO UN MAL RATO).
Y  EL CUQUI LES GRITÓ: ¡CACOS!
Y SE AGARRÓ LA CABEZA.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Contestador telefónico para Abuelos

Desde la mismísima España MaríaJesús, colaboradora, lectora y deyectora habitual de La galanga en español, nos envía un servicio de contestador telefónico que nosotros ponemos a su disposición como ayuda a la Comunidad de Abuelos, que los somos y sabemos disfrutarlo-sufrirlo

- Hola. Este es el XXXXXX y en este momento no estamos en casa. Pero, por favor, dejanos tu mensaje después de oir la señal sonora:
 ¡¡Beeeeep!!
- Si sos uno de nuestros hijos marcá 1
- Si necesitás que nos quedemos un rato con los nietos marcá 2
- Si necesitás que vayamos a buscar algo en el auto andá a saber adonde marcá 3
- Si querés que te lavemos y/o planchemos alguna ropa marcá 4
- Si necesitás que los niños duerman en casa marcá 5
- Si precisás que los vayamos a buscar a la Escuela marcá 6
- Si quieren venir a comer a casa el domingo marcá 7
- Si querés venir a comer a casa hoy marcá 8
- Si necesitás que te prestemos plata marcá 9
.......
- Pero si sos alguno de nuestros amigos hablá ahora que te contestamos








jueves, 25 de octubre de 2012

Cosas de la edad

La Galanga, fiel a sus Editores y Responsables (editores irresponsables) que se acercan inexorablemente a la vejez, quiere empezar a acostumbrarse.



Jorge, con sus 80 años, va a hacerse el chequeo médico anual.
 

Todos los análisis tienen resultados normales, por lo que el Dr. Galeno le dice:
 

- Bueno Jorge: todo indica que 
usted está muy bien desde el punto de vista físico. Pero, ¿cómo se siente mental y emocionalmente? Es bueno estar bien con el cuerpo pero la mente debe acompañar. 

Jorge responde:
 

- Estoy maravillosamente Doctor. Aunque Ud. no lo crea Dios y yo estamos muy ligados. Fíjese doctor: como Él sabe que soy muy corto de vista, cuando voy al baño por la noche, Él me enciende la luz y, cuando termino, me la apaga.
 

- ¡Que bárbaro!
 -dice el médico- ¡Parece increíble! 

Un par de horas más tarde, el Dr. Galeno decide llamar por teléfono a la hija de Jorge, amiga suya:
 

- Hola, Susana
 -la saluda- Tu padre está muy bien. Físicamente un diez. Pero te llamo porque tengo ciertos temores en cuanto a su lucidez. Me habló mucho de su relación con Dios. ¿Uds. compraron algún aparato automático que cuando se levanta por la noche, le enciende sola la luz del cuarto de baño y, cuando termina, la luz se apaga? 

-¡No!, por favor
 -dice Susana- ¡Ya está otra vez meando en la heladera!!!!

miércoles, 29 de agosto de 2012

Galanga vieja pero galanga al fin

Una pareja de viejitos estaba sentada en uno de los primeros bancos de la misa dominical. Bien empilchados, bien peinados. En un momento la viejita se le acerca al marido y, un poco tentada de la risa, le susurra:
- "Viejo, acabo de tirarme un pedito sordo. ¿Qué hago?"
- "Ahora nada" - dijo el esposo - "Solo disimulá. Y cuando llegues a casa cambiale las pilas al audífono".



Una viejita, muy bien arregladita, estaba haciendo la cola para la "Visita Conyugal" en el Centro Carcelario COMCAR. Uno de los policías que estaban en custodia, creyéndola perdida, se le acerca y le dice:
- "Buenos días, señora. Esta es la cola para la Visita Conyugal"
- "Si, agente. Lo sé"
- "¿Y a qué preso viene a visitar?"
- "A cualquiera, m'hijo, a cualquiera".