por Trancazo
Afortunadamente ya quedaron atrás aquellos tiempos en los que algunos desubicados exponían su falta de civismo y educación mediante la desagradable práctica de proferir insultos y canciones de un gusto reñido con la decencia. Por ello fue muy grato el otro día sentir en el Estadio Centenario cuando desde la Amsterdam
bajó el cántico aguerrido de la hinchada para alentar a su equipo procurando revertir el resultado adverso que se estaba dando:
"…Y A ESTOS HOMOFÓBICOS LES TENEMOS QUE GANAR..."
Más tarde, para incentivar a que los jugadores redoblaran su aporte entusiasta se sintió el canto-exigencia:
"AGALLAS...., UN POCO MÁS DE AGALLAS,...."
A un jugador que no se caracterizó por su entrega apasionada, en vez de referirse a él con el clásico insulto de épocas pretéritas, ya superadas de "pecho frío", ahora la hinchada le propinó un contundente y lacerante grito de: "MINUSVÁLIDO EMOCIONAL". Los tiempos cambian.
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