Mínimo Gurméndez |
Es sabido que los médicos tienen (tenemos) un gran anecdotario de situaciones disparatadas, y que además tienen (tenemos) mucho tiempo para contarlas y aderezarlas.
Así pues es que, en un esfuerzo editorial impresionante, pretendemos seguir con esta saga médica pidiendo a todos los amigotes galenos que contribuyan a llenar la galanga.
Todas y cada una de estas anécdotas son absolutamente reales. Solo le hemos dado color y anonimato.
Esta vez es J.J., alegremente jubilado, que nos trae sus recuerdos.
En los aportes de la "ciencia médica" tengo una anécdota real y en mi consultorio, de hace unos años cuando ejercía todavía.
Entra una paciente de unos 35 años, que yo ya conocía de antes y le pregunto el motivo de su consulta a lo que me contesta: (Sic) "Vengo por un regalo para mi marido en su cumpleaños".
Le respondo sonriendo: "Bien Sra. pero debería ir a una tienda, o ferretería o librería".
- "No, Dr., yo le explico: mi esposo hace mucho tiempo desea tener relaciones conmigo por ... por ... por atrás; Usted me entiende. Siempre me he negado. Como mañana es su cumpleaños, quisiera hacerle ese regalo: ¿No me puede recetar una cremita para que no me duela?"
Con una receta de crema cutánea con anestésico se fue muy contenta....
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