por Mínimo Gurméndez
¡¡Por fin!!
¡Por fin alguien que se calza bien los pantalones y se larga a producir propuestas novedosas, ingeniosas, útiles, importantes, astutas pero, por sobre todas las cosas, las que permitirán que nuestro país se desarrolle como que estuviéramos en el primer mundo y no en el atrasado Mercosur.
Por fin alguien con temple y visión, por fin una propuesta que será el antes y el después.
Basta de ideas para mejorar la inserción laboral de los pobres o los excluidos; basta de prerrogativas para las madres solas con varios hijos (al fin y al cabo: ¿están solas o tienen pila de hijos?); basta de metas asistenciales o ingreso de discapacitados en empleos públicos y privados. ¡Basta de populismo barato!
En su última aparición proselitista el precandidato pálido Luis Lavenida Junior mostró el camino.
Con la seriedad y rigor científico que le caracteriza se comprometió a que, si es electo presidente, dará fin a la oprobiosa ley seca del conductor de vehículos. ¡Nunca más tener que optar entre tomar alcohol en una fiesta o tomarse un taxi! Basta del riguroso 0% de alcoholemia para manejar un auto. Una copita no le hace mal a nadie. Y todos sabemos perfectamente hasta cuándo y dónde podemos tomar antes de manejar. ¿O van a venir ellos a enseñarme lo que puedo tomar?
¡Esas son propuestas!
Y no hay que aceptar el sucio juego izquierdoso de decir que esta propuesta se enmarca en las generales del Partido Pálido, que con la llegada de Desastrori hay que apurarse a tener minutos de TV. Juan Desastrori también vino para quedarse, y con la abultada propaganda televisiva que se ha mandado (algunos miles de dólares nomás ... por día) ya sabemos quién es Desastrori: es uno que eligió tal parrillada por la carne y que deja el 10% de propinas (SIC!).
Gloria al Partido Pálido que se negó siempre a que los que viven afuera voten ... excepto que tengan mucha plata y puedan venir a postularse como presidentes!!!
Y Salud!
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