Etimado Serior Diretor.
Por la presente me dirijo a usté, una minencia entre las más
mejores minencias de los medio e comunicación y asuntos relacionados (sin
alcaguetería ninguna no? Se sabe) pa manifestarle mi total y mocionado
gradecimiento por la cálida acogida -con el perdón de la palabra- que le ha
sabido ofrecer tanto al Blanquito, como al Celestito, mis dos queridos hermanos
del alma.
Pero como le digo una cosa le digo la otra tamién: que
deslindo responsabilidades por lo questos dos puedan llegar a decir, escribir y
opinar, que nacimo de la misma madre pero endispué -por suerte- cada uno anduvo
por su lado. El Blaquito, si usté se ha fijao, anda en moto, usa el pelo lacio
medio rebajadito de arriba y es afeto a sacarse fotos con el teléfono mirando
paél. El Celestito en cambio es de otro perfil, a él la política ni le va ni le
viene, le gusta el fóbal, es loco por Bielsa “el loco”, y siempre anda cargando
una vuvuzela. Así questos días con el preolímpico anda esaforáo, anda. Ni lo
espere.
En cambio yo acá siempre preocupado y haciéndome preguntas
esistenciale, como por ejemplo (a ver si usté sabe) ¿cómo se escribe bisicenda,
bicicenda, bisisenda vicesenda, vicisenda…? o manijeándome con lo que se
manijean con los gastos de los 300 años de la que Cosse Caro (nunca pensé que
era tan vieja). Usté que me dice? Ta pronto palcarnaval? Mire que se viene!
Con estas cuestiones, preguntas y novedades viejas, lo saludo atentamente, con respeto, cordialidá y feliz carnaval, esperando se encuentre bien que ya me esté buscando un vino decente pal prósimo miércole.
Verdecito.
Con estas cuestiones, preguntas y novedades viejas, lo saludo atentamente, con respeto, cordialidá y feliz carnaval, esperando se encuentre bien que ya me esté buscando un vino decente pal prósimo miércole.
No tiene usted nada que agradecer: el libelo que co-edito con esta sarta de inadaptados sociales da cabida a todas las voces, del pelo político, deportivo futbolero y de género que sea.
Hay una sola premisa que nuestro pasquín ha tomado como hilo conductor, como aguja imantada en la azarosa brújula del devenir social y cultural de nuestra amplia comarca. Un solo principio que nos guía y nos permite pararnos con la soltura de un medio de comunicación democrático, tolerante, igualitario, libérrimo. Una orientación que hemos acunado con bravía dedicación y constante defensa: Acá nadie cobra un peso.
Le saluda con la estima necesaria y la promesa de llevar un vino que no esté picado y se deje tomar.
El autodenominado Director
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