In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

domingo, 16 de febrero de 2025

La apariencia delictiva


por Mínimo Gurméndez

A lo largo de estos últimos 5 mejores años hemos podido ver como los delitos han bajado, estrepitosamente, a niveles nunca antes siquiera sospechados. 
Al menos eso nos dijo el ministro saliente Martín Nelly, el que al igual que Azucena Arrozconleche nos deleitaron con los maquillajes más esplendorosos que ningún Carnaval haya conseguido.
Y frente a la pregunta de cómo lo logró se me ocurre que uno de las principales causas fue darnos cuenta bien de cómo es la apariencia delictiva, para cuando al verla nos pongamos en guardia.
Hace unos cuantos días Máximo, mi hermanito trillizo mayor (somos trillizos de la misma madre), hacía unos comentarios al respecto y me despertaron el interés por el tema (verlas cliqueando https://lagalanga.blogspot.com/2025/01/algunas-ideas-para-no-ser-un-vulgar.html )

Así que acá van mis sesudas elucubraciones:
  1. El delincuente se ve de lejos. Usa ropas viejas o sucias, championes, gorrito con visera (de ser posible hacia atrás), caravanas o piercing. Nunca veremos un delincuente con saco, corbata, camisa blanca, pantalón de tela gris, hasta gabardina beige.
  2. El delincuente se huele. Tiene olor a tabaco rancio o a marihuana, a sobaco o directamente a mugre. Nunca oleremos un delincuente con perfumes caros que ni siquiera se pueden comprar en los free shop del Chuy.
  3. El delincuente se oye. Dice ñeri, pimpampum, chumbo, caño. Jamás escucharemos que alguien que hable de economía con soltura y con solvencia, que se autodefina como el cinturón negro de los liberales, sea también un delincuente.
  4. La familia del delincuente también es típica. Gritan y gesticulan frente a una cámara de televisión, su hijo es inocente, seguramente andaba armado por equivocación, le tiran piedras a la policía. Nunca verás a la familia de un delincuente escribiendo notas reivindicativas en diarios pitucos como El Conservador; ni los entrevistarán en el living de su casa rodeados de cuadros y jarrones.
  5. El delincuente roba porque no tiene plata y no quiere trabajar para ganarla. Jamás verás a un rico, de familia rica, robar a otro porque quiere aún más plata.
  6. El delincuente usa la fuerza o un arma para lograr su cometido. Te puede agarrar del cogote o blandir un palo amenazante. Pero nunca encontrarás a alguien que te convenza con razones económico - financieras que darle todos tus ahorros a él es lo mejor para que te los devuelva, en corto plazo, con intereses siderales.
  7. Un delincuente gritará que es inocente mientras la policía lo lleva esposado. Jamás nunca verás a un delincuente explicando su inocencia desde un confortable escritorio de sala de prensa de ningún parlamento.
  8. La policía y la Justicia son enemigos acérrimos de los delincuentes. Y estos lo saben y cada vez que pueden les atacan. Nunca encontrarás connivencia entre delincuentes y fiscales, abogados, comisarios, etc.
Los amables lectores de este opúsculo seguramente podrán incrementar estas características.
Quedamos a la espera.



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