In Invernum qualqum soreteae fiumo expelent

DEFINICIÓN


galanga (diccionario de la real Academia Española)

3. f. Bacín plano con borde entrante y mango hueco, para usar en la cama.

viernes, 22 de agosto de 2025

Conversaciones con Manuela (1)

Cuando Yamandú mandó estas letras a los Editores y Responsables (editores irresponsables) de este pasquín, buscaba un par de cosas:
  • compartir la frescura infinita de los niños en general y de Manu, su nieta, en particular. Si un día nos diéramos cuenta de que los niños son inmensamente más sabios que los adultos es probable que les diéramos más pelota y las cosas anduvieran mejor
  • tener una nueva columna para tratar de justificar ese medio aguinaldo tan esquivo para los aquí escribientes
Teniendo en cuenta pues solo su primer intención es que desde hoy les presentamos a Manu

El abuelo en su nave espacial
(marzo 2023)
Manuela De León


por Yamandú Cuevas

- ¡Mirá Manuela! ¡Un ternero tomando la teta de la vaca!

- Es porque a los bebés les encanta la leche, abuelo. ¿Sabés que yo cuando sea grande voy a tener un bebé?

- ¡Qué hermoso Manuela, me encantan los bebés!

- Sí, y yo lo voy a llevar a tu casa para que tú lo hagas dormir como me hacías dormir a mí. ¿Te digo algo? A los bebés lo que más les gusta es comer y dormir, ¿Sabías? así que cuando nazca el bebé, yo le doy la teta y vos lo hacés dormir. Tá?

La casa de Manuela queda en el Cerro del Burro. Desde mi casa en Playa Verde a la suya en Playa Hermosa debe haber unos 10 minutos de viaje en auto, pero yo los hago en el triple de tiempo sólo para disfrutar de su conversación. La madre le ha enseñado que cuando va sola de acompañante ella debe conversar y Manuela obedece al pie de la letra. Sus conversaciones nunca son forzadas y a mí me asombra el repertorio y la fluidez.

- ¿Viste esa gallina, abuelo? Yo tengo una igual y un día que fui temprano a recoger los huevos con papi toqué uno que estaba calentito y ¿sabés qué? era porque tenía dos yemas en vez de una. Cuando lo fuimos a comer yo le sequé una foto. Otro día te la voy a mostrar.

- ¿Sabés por qué las nubes pasan por arriba del cerro, abuelo? Porque les gusta jugar con él, ellas le esconden la cruz por un rato y después, cuando él ya no sabe qué hacer le muestran que la tiene encima.

Y todo así. En la playa, cuando se aburre de aplastar los huevos de caracol que la marea amontona en la orilla, se me arrima y me cuenta cosas. - ¿Viste todos esos huevos, abuelo? Son de los caracoles, pero no te preocupes, los aplasté porque ya están vacíos, los caracolitos que vivían ahí ya salieron. Ahora deben estar por ahí adentro del agua, sólo que no sé cómo porque ellos no nadan ¿viste?, sólo caminan. ¿Vos sabés si los caracoles nadan?

Y ahí yo me doy cuenta que no me preparé lo suficiente para esto de ser abuelo. De todas maneras le digo que puedo averiguarlo. - ¿Cómo? Me pregunta. - Bueno, cuando lleguemos a casa puedo buscar mi enciclopedia Espasa Calpe, la que tiene los dibujos que a vos te gustan y entonces buscar la letra C de Caracol y ver que dice.

- Si querés le pedimos a mamá que te preste su teléfono, que tiene Google.

- Yo también tengo Google, pero me resulta más divertido buscar en la enciclopedia. Es más vistosa y ya de paso miramos alguna otra cosa.

- ¿Es la que tiene los dibujos de los animales del pasado, abuelo?

- Esa misma.

- Y lo que dice esa enciclopedia es verdad?

- Claro que es verdad, todo lo que está escrito ahí es verdad.

- Pero tú me dijiste que los tigres dientes de sable no existen…, ¿entonces?

- Yo te dije que ya no existen, pero es muy cierto que existieron.

- Cuándo?

- Y ponele que hace unos 12.000 años.

- ¡Dale abuelo, me estás mintiendo! ¡En ese tiempo nadie escribía enciclopedias!


Comentarios


Impresionante Manuela! Me imagino el tamaño del babero de Yamandú
María Jo

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Es una delicia poder disfrutar de la espontánea creatividad de los niños no domesticados.
Y es elogiable la sensibilidad del abuelo, que sabe escuchar con el corazón ❤️
Carlos Borelli

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Amorosa niña. Felicidades.
Ke Verba.

3 comentarios:

  1. Impresionante Manuela! Me imagino el tamaño del babero de Yamandú

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  2. Es una delicia poder disfrutar de la espontánea creatividad de los niños no domesticados.
    Y es elogiable la sensibilidad del abuelo, que sabe escuchar con el corazón ❤️

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