Señor Director:
Esta vez le escribo desde la hermosa ciudad de Vigo en España a donde vine a acompañar al excelentísimo diputado pálido Gabriel Granoli, de recorrida por los astilleros de esta pujante ciudad. El diputado pidió mi asesoramiento en seguridad pues siempre tuvo la certeza de que los zurdos de siempre iban a tratar de entorpecer su magna tarea de inspección ocular para saber la posta, tal cuál él mismo ha dicho.
Gracias a mi labor, mi inteligencia y el metro noventa y ocho de altura y circunferencia que poseo nuestra visita ha estado de lo más pacífica. Tan es así que Gabriel (ya entramos en confianza con el diputado) previamente ha recorrido varias tabernas por lo que ha sufrido un olvido involuntario y no recuerda el nombre del astillero que veníamos a inspeccionar.
Así que dimos paso a la acción y los recorrimos casi todos. El informe a presentar que le estoy ayudando a escribir será que la pujanza y el trabajo son la tónica de esta rama empresarial: el movimiento es constante, el chisporroteo de las soldaduras se asemejan a los fuegos artificiales del 24 de diciembre, el runrun de las grúas y maquinarias hacen difícil el comentario. ¡Cuánto trabajo hay aquí que vimos un taller (Garchama creo que se llamaba) que está haciendo un carrito de feria de lo más bonito y que en un par de meses (a más tardar) le estaría poniendo las ruedas para luego pintarlo y entregarlo a Doña Encarnación (la tía Encarna, como aquí le conocen)!
Gracias a mi labor, mi inteligencia y el metro noventa y ocho de altura y circunferencia que poseo nuestra visita ha estado de lo más pacífica. Tan es así que Gabriel (ya entramos en confianza con el diputado) previamente ha recorrido varias tabernas por lo que ha sufrido un olvido involuntario y no recuerda el nombre del astillero que veníamos a inspeccionar.
Así que dimos paso a la acción y los recorrimos casi todos. El informe a presentar que le estoy ayudando a escribir será que la pujanza y el trabajo son la tónica de esta rama empresarial: el movimiento es constante, el chisporroteo de las soldaduras se asemejan a los fuegos artificiales del 24 de diciembre, el runrun de las grúas y maquinarias hacen difícil el comentario. ¡Cuánto trabajo hay aquí que vimos un taller (Garchama creo que se llamaba) que está haciendo un carrito de feria de lo más bonito y que en un par de meses (a más tardar) le estaría poniendo las ruedas para luego pintarlo y entregarlo a Doña Encarnación (la tía Encarna, como aquí le conocen)!
Agradezco la difusión de mis notas aprovechando para avisar a mi familia que vamos a estar algunos días más por acá que el tiempo está muy lindo.
Benito Adolfo Areco
Benito Adolfo Areco
Estimado Benito Adolfo:
Gracias a sus notas hemos podido viajar imaginariamente hasta ese recóndito lugar. El periodismo que se precia de tal puede, con su certera visión, desde pintar el atardecer fabril en Vigo hasta demostrar que la caza de ballenas ha sido resuelta.
Y sin los sinsabores que nuestro colega, Facho Álvarez, sufre por haber tirado el bolazo de que el diputado Joaquín KGarlo tenía el tuit que no tenía.
Le saludamos a usted y al diputado de vacaciones
El autodenominado Director

No hay comentarios:
Publicar un comentario