por Mínimo Gurméndez
No hay encuesta ni entrevista al público que no nos muestre, con claridad meridiana, que la enoooorme mayoría de los uruguayos están sumamente preocupados por la inseguridad, la delincuencia, los robos.
A partir de investigaciones y noticias de estos últimos días quienes también están muy preocupadas son las vacas. Es que 300 vacas, preñaditas ellas, fueron vendidas a otros 13 compradores no por su dueño, sino por quien las tenía en custodia. La cosa era más o menos así: me das un montón de vacas para que te las tenga en mi campo, las vendo como que fueran mías, los compradores no preguntan si son mías ni les importan las marcas ni les llama la atención el precio ni nada.
"¿Que quieren? dijo uno de los empresarios indagados (si afanás un celular sos un delincuente; si comprás vacas robadas pero tenés guita sos un empresario indagado), ¡yo no voy a andar revisando si las caravanas y las marcas coinciden! ¡Una por una? ¡Compré como cuarenta!" Ese empresario indagado, propietario de cientos de taxis, seguramente cuando compra un auto no se fija si la matrícula coincide con la libreta de propiedad; y ésta con el número de motor; ni se fija si está libre de embargos. Y si se lo venden a mitad de precio seguramente pensará que es porque los negocios siempre le salen bien.
La totalidad de los que compraron las vacas robadas son empresarios ganaderos: ninguno de nosotros compra vacas para tener en el jardín. Saben perfectamente como son esos negocios.
Eso si: cuando a un chorro común, que afana un par de garrafas de 13 kilos, lo agarran y con el Código de Proceso Penal nuevo lo sueltan porque las devuelve y solo le queda una anotación como entrada, todos, TODOS, gritan al cielo que así la cosa no va a andar!
Pero si es un empresario el que comete el delito y le devuelve la plata de la vaca comprada robada ... está todo bien.
Eso sí: desde filas del Partido Pálido ya hay varios cantantes culpando al sistema de trazabilidad de las vacas por todo esto. ¿Cómo demoró tanto en darse cuenta el dueño que le habían vendido vacas robadas; cómo el comprador de lo robado no sospechó? La culpa es del Ministro de Ganadería.
Pero el Ministro de Ganadería rinde poco. ¿Se vendrá una interpelación a Boboni?
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