Bueno, bueno. El Dogosaurio va llegando y
el hocico va asomando.
Resulta que en las bandas de Brasil, el pueblo fubolero,
novelero, cervecero, “cachaçeiro” y trabajador como un buey votó y dio en lo
que dio. Con rabia y con fastidio de los tales Petés y del Sapo Barbudo - dijera el tal de don Leonel de MouraBrizola
- el 54 por ciento de las almas válidas
le dio el triunfo (“por destriunfos pasajeros” como dice el tango) al tal candidato del
“17”. El hombre del “17” sin hacer debate con los otros tales de
presidenciables (que para él sería su propio abate) prometió “el oro y el
moro”. Sólo que el tal de “17” cuando prometió no dijo que el oro era para “o
Brasil brasileiro”, sino para los tales rubios el Norte, bajo la batuta de
aquel tal de Pato Trump que está como el
pato sirirí (anatuscascariplume de la
familia de los cucurbitáceos) que caga hasta unas 15 veces por día, motivo por
el cual está en vías de extinción. Ya el pato Trump como se puso un ano de
silicona puede aguantar años. Pero
volviendo al tal de “17”, prometió el Moro, también, y en breve estará en la
Suprema Corte de (in)Justicia. No mintió. Fue sincero. Cumplió. Ya los
parientes lejanos consanguíneos del tal de “17”, la Colimba de alto grado y
escalón, que está comenzando a ocupar cargos ministeriales, no hablan la misma
lengua: “Sí, mi capitán!”; “No, mi
capitán!, “Petróleo no se vende, mi capitán”; “Se desmarcan sí las tierra
indígenas, mi capitán”, “El pre-sal no
se vende, mi capitán!”, “La Amazonia sí se vende, mi capitán!”, mientras
que los tales de nuevos Fariseos, perdón, Evangélicos, rezan y oran, pero
parece, parece, que no es a Dios. Un tal de ellos no se agradó de la negritud de
los negros (¡me imagino qué no diría del Negro Jefe!), mientras otra tal de
pastora la mandaron para el tal de Derechos Humanos que ahora también será de
la Familia. La devota prometió un Brasil sin abortos. Difícil que el chancho
chifle. La Escuela Sin Partido del tal de “17”, sin educación sexual, sin
hablar de socialismo, sin hablar de capitalismo, sin hablar de esclavitud, sin
hablar de fascismo, sin chicha ni limonada parece, parece, que no llega ni a
placé. Su propio y arduo defensor, un tal de Olavo, una vez vino a Montevideo,
y parece, parece, que compró el diploma en la feria de Tristán Narvaja, un día
que andaba buscando unos dientes postizos para el abuelo. Tuvo suerte, encontró
los dos por chauchas y palitos. Otro tal de Onix (no confundir con la piedra
preciosa) mano derecha del 17, le
descubrieron unas metidas de mano en la lata. O tal es veterinario, toda una
vida conviviendo con perro, pero no supo humanizarse. Ya los canales de tevé
abierta: la tal de Bandeirantes (cuyo nombre homenajea a los cazadores de
indígenas), la Globo (coherente con su campo semántico alegórico rioplatense: “mentira”) y la tal de Record (un
“recor” en hacerse de chancho rengo con los tapujos del tal de “17”) sólo
hablan bonhomías del tal de “17”. Ni hablar que el tal metió un colombiano (¡un
colombiano!) en el ministerio de (des) Educación y metió una troja de militares.
Uno en la Defensa. Pero ¿defensa de qué? Las riquezas y el patrimonio están
siendo rematados y los tales parece que están dibujados. Si Martín Fierro se
levantase, se quedaría horrorizado. Como bien decía:
“…que no tiene patriotismo quien no
cuida al compatriota…”
Si el tuco ya estaba espeso con el tal golpista
de Temor Temer, ahora el año que viene, el tuco se va a
pegar en la olla y peligra quemar el fondo.
Bueno, bueno. ¡El Dogosaurio se va marchando
y el hocico va cerrando!
Comentarios
Excelente!!! También dio para el recuerdo de Don Leonel Brizola, un crack!!! Tuve la suerte de conocerlo personalmente!! Jugaré al 17!! Ja
Pepe
Excelente!!! También dio para el recuerdo de Don Leonel Brizola, un crack!!! Tuve la suerte de conocerlo personalmente!! Jugaré al 17!! Ja
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