por Trancazo
Aún está nítido el recuerdo de lo que fue el mítico “asado del Pepe” (aunque muchos consideran que nos comimos con él tremendo garrón) y ahora llegamos al “chorizo artesanal de Cuquito” (que muchos tienen miedo de que sea vegano porque dicen que él viene con muchos vestidos de “verde”).
En el mismo orden gastronómico, en el final de la Administración Vázquez II –“segundas partes…”– , se popularizó en nuestro principal balneario internacional, la receta del “cordero esteño” que para el acondicionamiento previo se recomienda sumergir la pieza en agua clorada y expuesta al Sol fundamentalmente para eliminar los rastros que pudiera tener de la faena y cuereado que generalmente lo hacen trabajadores rurales que tienen este qué se yo , ¿viste? La inmersión conviene que sea profunda para lo que se indica dejar caer el animal (¡muerto!, ¡no seas animal!) desde una altura considerable para lo cual se puede emplear para ello una aeronave que puede ser un helicóptero o el avión Presidencial Multipropósito que sirve para todos y todas (no tirar el cordero en camilla porque pasa con mucha dificultad por la puerta).
También en este período ha sido un furor - sobre todo para la exportación a
Europa - lo que fue catalogado como el buque insignia de la cocina uruguaya “fusión”:
la soja con gusto, en la que se combina
la leguminosa de origen asiático con autóctonos productos americanos; no se
sabe la cantidad de contenedores que han ido a los más exigentes mercados europeos,
cuyos consumidores declaran que “la uruguaya les vuela la cabeza y que no
aspiran a más”.
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