Un grupo de investigadores nos encontrábamos en las
proximidades de la frontera ecuatoriano-brasilera, en búsqueda de un pequeño
escarabajo naranja, del cual se comenta que tiene muy interesantes propiedades
curativas. Sin ir más lejos, dicen que la saliva de este coleóptero es muy
eficaz en el tratamiento de la molesta caspa de las cejas. Estábamos es su búsqueda—hasta
ese momento infructuosa—cuando dimos con una comunidad escondida, que no tenía ningún
contacto con la civilización tal cual la conocemos; básicamente no tenían
señal.
La comunicación con ellos fue muy difícil pues su idioma nos
era completamente desconocido y los investigadores que, si bien contábamos en
el equipo con el concurso de unos antropólogos, estos no tenían ese lenguaje en
su traductor de Google. Con muchísimas dificultades en el diálogo con estos lugareños,
los científicos entendieron que los “tuki-tukis” —nombre con el que se identificaban
los nativos y que en su idioma llamado “loopa” quiere decir “nosotros, los que
vivimos acá y no allá donde viven quién sabe quiénes”—no creen en las
fechas de vencimiento y existe un estricto “tabú” en relación a romper las
cábalas antes de ciertas ceremonias que caracterizan como “deportivas”. Realmente
el “loopa” es un idioma que nos resulta muy complicado pues está muy consustanciado
con la experiencia vital y cotidiana de los “tuki-tukis” en el particular
ecosistema en el que habitan y sus peculiaridades.
Luego de varios días de interacción y de difíciles intentos de comunicación, la líder de los “tuki-tukis”—hay que señalar que su organización social está definida por la antropología neoclásica como “matriarcado con derechos”—exhortó inequívocamente a que nos retiráramos.
La jefa, llamada “Supitok”, que parece que literalmente en “loopa” quiere decir: “Abrime un poco más la caliente”, indicó que tenía otras cosas más importantes que hacer que atender a estos “puchis” (forasteros con desagradable olor en los pies) y de su discurso los antropólogos parece que lograron captar el significado de algunos fonemas que serían : “siesta” y “telenovela”.
Así que nos fuimos a buscar el escarabajo en otra parte.
Luego de varios días de interacción y de difíciles intentos de comunicación, la líder de los “tuki-tukis”—hay que señalar que su organización social está definida por la antropología neoclásica como “matriarcado con derechos”—exhortó inequívocamente a que nos retiráramos.
La jefa, llamada “Supitok”, que parece que literalmente en “loopa” quiere decir: “Abrime un poco más la caliente”, indicó que tenía otras cosas más importantes que hacer que atender a estos “puchis” (forasteros con desagradable olor en los pies) y de su discurso los antropólogos parece que lograron captar el significado de algunos fonemas que serían : “siesta” y “telenovela”.
Así que nos fuimos a buscar el escarabajo en otra parte.
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