Hasta ayer a muchas personas no les quedaban dudas que no estamos encarando el problema de la pandemia del coronabicho de la manera más acertada.
Hoy quedan menos dudas todavía.
Ayer el CDC de la UdelaR (Consejo Directivo Central de nuestra Universidad de la República; autónoma, libre y cogobernada) se reunió de manera extraordinaria para tratar el tema. Es que por Ley la UdelaR tiene dentro de sus roles el opinar sobre los temas que le son importantes al país. Y la pandemia es uno, obviamente.
Para tratarlo no tuvo ningún empacho en citar a todos los actores sociales. Así que estaban dos de los coordinadores generales del GARCH, varios integrantes del grupo más grande del GARCH (Intensivista, Epidemióloga - Médica de Familia, Estadísticos). Y estaba también el cuerpo de dirección del Hospital de Clínicas con su director a la cabeza. Y también estaban los integrantes más notorios del Sindicato Médico del Uruguay - SMU, de la Federación de Médicos del Interior - FEMI, del Sindicato Anestésico Quirúrgico - SAQ, del sindicato de Trabajadores del Hospital de Clínicas. Y por supuesto desde el Rector y Prorrectores, hasta los representantes de cada orden (Docentes, Estudiantes y Egresados; les dije que es cogobernada), pasando por todos los Decanos de todas las Facultades.
Este trabajo de reunirse y escucharse es muy buena parte lo que no se ha hecho.
Pero tampoco siquiera se toman las declaraciones, boletines, comunicados y varios etcs. que se han ido construyendo y dado a conocer desde todas estas partes (el último de ellos ayer mismo, votado por unanimidad del CDC universitario).
Ya las muertes no se podrán recuperar. Ni siquiera las que necesariamente vengan en estos días, de quienes se han contagiado y en 10 - 14 días se agravarán e ingresarán a CTI abarrotados, cansados, fulminados y tendrán una mortalidad mayor al 50% en vez de menor al 40% como se tenía.
Pero no deberemos de aceptar que se nos diga una vez más: "Con el diario del lunes es fácil jugar el partido del domingo". Hay tantos diarios del lunes como para empapelar la casa del presidente en Suárez y Reyes.
Pero seguimos, como en este dibujo de aquí abajo, para el que le puse de título a este artículo la frase con la que un amigo de otras tierras me hacía pensar. "Toda semejanza con la coincidencia, es pura realidad".
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