Primeras respuestas al medio millón de visitas

Pueblo Chico (infierno grande), finales de marzo de 2024.

Etimado Serior Diretor.

De mi mayor consideración, alta estima y todo lo demás. Ante la amenza recibida de no recibir postre el día del guisolfo, me veo impelido, obligado, forzado, empujado y urgido a escribirle pa que la cosa no quede oscura respeto a la carta que le mandé ayer. No vaya usté a creer que yo no sé que ese medio miyón de lecturas no es lo mismo que un medio miyón de lectores, que si los tuviéramos, ya seríamos ricos de tanto faturar publicidades. Ahora, tampoco creo que (como usté dice) seamos los mismos tres o cuatro fanáticos los que entramos cientos de miles de veces a leer. Ni tanto, ni tan poco. Es cierto que el equipo de escritores y escritoras que lo siguen a usté es poderosísimo, brillante como teléfono e carnicero, y de una barbaridad tremendamente bárbara, pero una cosa es una cosa y dos cosas son dos cosas. 

Lo que le quiero decir para que quede meridianamente claro es que justamente, lo importante es decir las cosas claras, no andar diciendo gregré para decir Gregson´s, y no escurrir el bulto, que no todo lo que briya es oro y que siempre que llovió, paró y volvió a llover sobre mojado. Mesplico? 

Entonce hago acá un llamamiento a los escritores de La Galanga a reivindicar el derecho a un postre irrestricto ya! Y ya questamo, a pedir si al meno el guisete no podrá tener alguna parte muscular de cuerpo animal, por ejemplo vaca, ternera, cerdo, etc.

Sin otro particular o uniformado a la vista me despido de usté atentamente, de mi mayor consideración, alta estima y toda la alguetería que haga falta pa que me levante la suspensión del postre.

Verdecito.

Estimado Verdecito

En medio de una indisimulable muestra de sano jolgorio editorial motivado parcialmente por la concreción de un número bastante redondo de visitas (era un 5 y cinco redondeles) me dispongo a asegurarle a usted y al resto de los honorarios editores (Paradoja! Los honorarios editores son precisamente los que no cobran honorarios) que el festejo pactado por ello y concebido como el momento más oportuno de dar cuenta de una gran olla de guiso de lentejas se hará en la base de un guisado casero de vegetales varios, acompañado de proteínas animales de mamíferos domésticos tales cuales los bovinos y los suinos en el marco preponderante de legumbres secas del tipo de las Vicia Articulata, conocidas en Playa Verde como lentejones.
Estos solutos serán articulados con solventes varios dentro de los que se destacarán los fermentados de la uva, de la cebada desprovistos de alcohol y aguas azucaradas pero sin azúcar.

El postre será, a su pedido, general e irrestricto ¡YA! y seguramente vinculado a la facturación de una conocida panadería de la zona.

Es un placer además informarle que no solo están invitados todos los Editores y Responsables (editores irresponsables) acompañados de sus parejas y desparejas, sino que también los amables lectores y lectoras del pasquín que hayan escrito un comentario en el artículo precedente https://lagalanga.blogspot.com/2024/03/medio-millon-de-visitas.html que a la luz de los antecedentes son y serán muy pocos.

Sin otro particular le saluda muy atentamente

El autodenominado Director

Comentarios

Muy nutritivo intercambio epistolar. Asombroso número 500.000.
Odoacro

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" VAMO QUE VAMO..."

Anónimo

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Vamos que se puede, hacia el millón...
ERNESTO BURGO.

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Su señoría, director de la conocida y destacada “la Galanga” de medio palo (no verdes), pero sí de contadores nacionales de visitas, no de tipo Damiani, pero igualmente con olor a usar multiplicadores de IA comprados en el último remate de Bavastro en la city con puerto. Pero, bueno la razón de este eminente opúsculo iva por otro lado (no se refiere al impuesto que va con b de burro; o sea IBA), sino al inconmensurable aporte de la auténtica e histórica “galanga” y de la “nueva y tecnológica “Galanga” (con mayúscula). Aquella galanga, era una galanguita (diría casi cualquiera), receptora de fluidos y semi sólidos de aspectos, olores y miradas corredoras, alejadoras, disparadoras (no de ideas) sino de lugares y espacios, siempre ganados por las galanguitas comunes y silvestres. Ahora, hoy (no mañana ni ayer) nos entrometemos con una especial galanga, conocida/desconocida por medio palo…. que tiene alguito de fantástica, diríamos mágica, que es capaz de convertir aquellos fluidos y semi sólidos en especies recomendables de fragancias, un tanto amarguitas de quejosas (no como viejas) sino como recién jubilado acostumbrado a cuestionar lo cuestionable e impulsar lo alternativo con sabor a agridulce (agri del hoy, dulce del mañana), de fragancias atrayentes a los quejumbrosos de lo triste y orgullosos del futuro que camina hacia el hoy, en base a las “Galangas mágicas” (GM) y los miles de “magos” atrás de aquellas GM y de tantos otros carritos que no reciben los fluidos, pero tienen motorcito quejumbroso y agridulce. Un pequeño quejumbroso de joven edad y recién iniciado en las lídes del quejumbrerío, porque estar molesto y decirlo durante 60 años (1), no es nada en la vieja historia decía aquel viejo barbudo hace como 200 años, aunque algunos menos que lo que cumple la gran city de donde provenimos casi todos los lectores de Su Galanga. Lo saludo, le deseo que los contadores de visitantes sean auténticos y no una jerga murgera, para tratar de concursar en el teatro de verano. Igual, como sea … un abrazote.
Viejillo molestoso, pero de corazón carbón y oro

von Muniz

(1) Súmele los inevitables años que te quejabas inexorablemente por la ausencia de la “ma”, de los maestros o profesores iniciales y tantas otras cosas nimias, que no cuentan en el quejumbrerío pretendidamente razonable.

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