Como ustedes saben los Gurméndez y familia somos locatarios en Valizas. Desde que la tía Ofe compró un rancho en Valizas quedamos prendidos al pueblo y su gente. Y allá vamos siempre: el Hospedaje Tía Ofelita es más que solidario.
Y vamos porque nos gusta su gente; la gente de siempre y los que aparecen verano tras verano.
Un pueblo donde podés estar tranquilo, a cualquier hora, en cualquier lugar.
Empezaron algunos robos: "extranjeros" y otros no tanto que hacían zafra.
Pero igual podías estar tranquilo.
Lo que pasó ahora escapa a toda previsión; es otra cosa.
Es peor que la famosa inseguridad.
Es la confirmación que nadie está vacunado contra este infierno que es la violencia contra las mujeres, y que hoy se ve coronada con lo superlativo: la violencia contra las niñas.

¿O no nos damos cuenta que las mujeres están siendo violentadas a diario? ¿Tampoco nos damos cuenta que hay muchos que además le ponen sexismo a las niñas y las hacen participar del circo sexual antes que sepan comprar Siempre Libre? ¿Y que por sexo o sin él la mujer es siempre más agredida que el hombre?
Y hasta hace poco solo le quedaba callar, aguantar, morirse.
Mi Valizas ayer desfiló en silencio. No pidiendo acción policial o investigación (que eso se está haciendo).
Se juntaron y se fueron hasta la playa a hacer un círculo para verse todos las caras.
Y comprometerse a terminar con la violencia.
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