Hace un rato el novel Ministro de Trabajo Doctor (abogado) Pablo Meares se descolgó con una de sus frases matadoras: "En los zapatos de Lavenida Junior el mecanismo de la Ley de urgencia me parece correcto" (Sic).
Varios pensarán que se trata de una frase con la cual se puede obtener el Globo de Oro de Succionador de calcetines. Todo puede ser.
Pero también puede ser que se trate de un acto fallido o desliz freudiano; es decir: ¡se te escapó la verdad de la milanesa!
Porque es una gran verdad que en los zapatos de Lavenida Junior toda la L.U.C. (Ley de Urgente Consideración o Ley Ultra Conservadora, al decir de Ke Verba) está bien y hasta podría estar mejor. Y en los zapatos de Sangrinetti y Talqui, en las botas de Manini Arroyos y en los championes de Notevick también. Y en las botas de campo de #unsolouruguay - #uruguayparaunossolos también. Y en los zapatos de charol italiano de los directivos de las Cámaras de Comercio, de Industria y afines. O en los lustradísimos zapatitos de los dueños de los bancos.
Lo que no me figuro es que sea buena en los zapatos amarillos de la Construcción o en las alpargatas de los peones de campo ni en los zapatos chatos de las docentes de Enseñanza Secundaria ni en otros 50 tipos de zapatos más.
Pablo Meares sabe de zapatos porque sabe de medias.
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