Tengo el placer de retomar el contacto con nuestros lectores.
Y quizás nada mejor para ello que el tratar de contribuir al entendimiento ciudadano analizando las medidas que oportunamente ha dado nuestro presidente y Líder Mundial Lavenida Junior.
Es que entre sesión y sesión de peluquería (seguimos investigando si efectivamente su peluquero es un fondoangostista militante; porque sinó no se entiende) nuestro mandamás ha derramado su sabiduría en las últimas consideraciones para retomar el ritmo normal tras haber derrotado definitivamente la pandemia cobichera.
Y ahora, que no tiene que simular seguir a las sugerencias del GARCH, las cosas le son más fáciles.
De las primeras cosas que largó fue como deberán ser los bailes, festejos, cumpleaños y etc en estos próximos tiempos.
Por ejemplo:
Los tapabocas no serán obligatorios aunque sí recomendados. Y cada uno elige cuándo se los pone y cuándo se los saca. No parece haber duda que al momento de comer un saladito es oportuno tener la boca descubierta. Pero para invitar a bailar a otro/a y/o para ser invitado/a a bailar, a veces es extremadamente útil tener la mitad de la cara cubierta. Es que para ir a una fiesta generalmente nos arreglamos la apariencia; pero los milagros no existen.
También es singularmente provechoso usar el tapaboca cuando queremos hablar con nuestra circunstancial pareja (¿"nuestra pareja" es lenguaje inclusivo o existe nuestra pareja y nuestro parejo?) fundamentalmente cuando lo hacemos muy cerquita con el pretexto del ruido de la música ... ¡¡pero luego de haber comido un sandwiche de atún!!
¿Y el baile? El Líder estimó que 40 minutos de baile ininterrumpido es lo máximo en cuanto a prudencia en eventuales contagios. Pero allí nos asaltaron las dudas (¿"asaltaron"? ¡Renunciá Boboni!). ¿La música se prende solo 40 minutos para bailar y luego se apaga durante 20? ¿Cada uno, en el marco de su libertad responsable, llevará en el temporizador de su celular la marca de 40 minutos y al vibrar (porque con el ruido de la música el pitido no se oirá) vuelve a su sitio? Las tías viejas, en vez de poner caras raras cuando la nena se menea mucho, ¿serán las que controlen el tiempo? Si uno llevaba 30 minutos bailando y justo ve solita a quien uno le tiene ganas y la invita a bailar, ¿a los 10 minutos abandona y se la deja en bandeja al musculoso contrincante que vino con esos pantaloncitos chupín ridículos? ¿Cómo se rearma el trencito a medida que los "vagones" van abandonando por los 40 minutos? ¿Uno se puede reservar los 40 minutos solo para las lentas o las lentas tienen coeficiente de incremento? ¿Es lícito decir "Vení que tengo 12 minutos para Los Beatles"?
En fin: por suerte existen estas cosas.
Porque si solo pudiéramos hablar de la Rendición de cuentas, la Operación Océano que se está evaporando, la compra de los óleos de Beatriz Lagrimón o los ex-ediles pálidos en cana no nos daría para reírnos.
¡¡Los Simpson volvieron a predecir el futuro!! |
Comentarios
Buenísimo! El comité central de la variante Delta aplaude la iniciativa presidencial. Sólo así podrá lograr las metas pautadas en su plan para Setiembre. Le recordamos a Mínimo que debe usar lenguaje inclusivo. Ergo, debe decir "nuestra pajera" y "nuestro pajero".
Tano
Tano
Buenísimo! El comité central de la variante Delta aplaude la iniciativa presidencial. Sólo así podrá lograr las metas pautadas en su plan para Setiembre. Le recordamos a Mínimo que debe usar lenguaje inclusivo. Ergo, debe decir "nuestra pajera" y "nuestro pajero".
ResponderEliminarTano