por Trancazo
―…
dicen que da suerte.
Hablamos de pisar mierda.
De modo recurrente, siempre hay alguien que hace el comentario,
por supuesto con motivo de la ocurrencia y pretendiendo aportar consuelo por un
lado e información relevante por otro. Pareciera que existe un conocimiento que
se transfiere de generación en generación referido a la conexión causal de la buena
fortuna con el pisado de excrementos. Parece ser que, específicamente el pisado
debe ser de naturaleza accidental, no con deliberación. Esta condición ha dificultado
un modo la investigación experimental que varias universidades pretendieron llevar
adelante; hubo sí, seguimientos de los casos no intencionales que se pudieron detectar.
Por ejemplo, en zonas con alta cantidad de vecinos desaprensivos que no recogen
los excrementos de sus mascotas, la incidencia de pisadas accidentales es mayor
y allí se apostaron los investigadores para hacer su tarea. A los transeúntes de
la zona se les invita a participar en los estudios en su calidad de probables pisantes
de excrementos ―sujetos objetivo de la investigación―; quienes acceden, son sometidos luego a estudios de seguimiento para
determinar la ocurrencia posterior de sucesos que pudieran correlacionarse positivamente
con manifestaciones extraordinarias de buena fortuna y no con otros factores.
La
casuística es muy amplia y no concluyente. A modo de referencia, tenemos el caso
del sujeto #09887 ―la identidad de los participantes es confidencial, sujeta a las
condiciones del protocolo de investigación aplicado― quien inadvertidamente pisó
una importante masa de excremento ―de «Sultán» labrador macho de 40 kilos, (la identidad
de los perros no está protegida por la confidencialidad del protocolo de investigación)―
momentos antes de proceder a la primera visita a la casa de los padres de su novia.
El estado en que quedó la alfombra de la sala principal causó mucho fastidio en
los padres de la novia ―principalmente en la madre―, eso derivó en un gran reproche
de la novia que culminó con la terminación de la relación. ¿Buena suerte o mala
suerte? Casos como estos son parte de las dificultades de la investigación científica
en las ciencias humanas. El sujeto #09887, ¿se salvó de un matrimonio desgraciado
con una mujer intolerante y frágil ante los imponderables del destino o perdió la
gran oportunidad de alcanzar dicha y felicidad? Tal vez nunca lo sabremos. ¡Qué
cagada! (que quedó la alfombra).
Comentarios
Inmejorable. Pa mí que el tipo se salvó. Jóvenes yorugua, a pisar heces y no comerse las eses.
Inmejorable. Pa mí que el tipo se salvó. Jóvenes yorugua, a pisar heces y no comerse las eses.
ResponderEliminarItalo de Fco Muñoz