Etimado Serior Diretor.
Como usté ya sabe, le escribo para escribirle lo que le quiero decirle por escrito por la presente, de mi más alta estima y todo eso que debe decirse cuando uno empieza a escribir una carta como esta. Que al final lo importante es no dar tanta vuelta y decirle de una ve lo que vine a decirle, no le parece?
Porque pa mi quel punto que sacamo en Colombia más que de oro es de platino, porque lo que se dice jugar no jugamo ni a la payana. Ellos tampoco, porque a decir verdá, partido más deslucido quese hace rato no veía. Usté me dirá la calor, la humedá y lo que quiera decirme y yo le daré la razón porque usté siempre la tiene, querido Serior Diretor, pero pa mi quel Bielsa nos lleva como ciego al escusao. Si no fuera por el Darwin… mire que es crá ese botija, porque tanto le hace una investigación biológica como un gol en el último minuto.
Usté cré quen la cárcel de Florida haberán dejado ver el partido? Porque yo escuché que al gordo pervertido le decían “ahora vas a ver…”
Sin otro particular ni tampoco uniformado, esperando se encuentre bien y que por fin se jubile a ver si llega el tan prometido asado de festejo, lo saludo atentamente, con respeto (que nunca falte), amabilidá, cordialidá, jovialidá, amabilidá (ya se lo había dicho?) y respeto mutuo:
Verdecito.
Debo decirle que la preocupación por usted planteada es tan cierta que no deberá llamarle la atención que en poco tiempo nomás el deporte del balompié deje de ser el más difundido en nuestro país y tome su lugar (y con certera puntería por parte de nuestro ministro de Turismo) el segundo en cuestión, es decir: el rugby.
No en vano nuestro Líder y princeso se ha encargado de acompañarles y dar suerte a dicha selección que en el último partido con Nueva Zelandia perdieron, en la hora, 73 a 0.
No en vano nuestro Líder y princeso se ha encargado de acompañarles y dar suerte a dicha selección que en el último partido con Nueva Zelandia perdieron, en la hora, 73 a 0.
El autodenominado Diretor
Indignadísima de leer las últimas reflexiones por usted recibidas desde Fraile Preso. Se ve que en dicho pueblito no hay mucho en qué ocuparse y se les da por agarrar la lapicera, o en su defecto el teclado, haciéndole desperdiciar su preciado tiempo. Porque mire usted qué tamaña osadía dedicarse a criticar a la celeste. Color Patria si los hay. Y Patria con mayúscula, si señor, de la buena, esa bonhomía que desborda en los últimos tiempos gracias a los otros celestes, los que nos gobiernan. Ponga coto Sr. director que así no hay DT que aguante. En fin, hay que leer cada cosa. Ud. no se deje avasallar.
Con sincero afecto
Julita Ponce de Leopardo
Quédese usted a buen recaudo de los populistas y agitadores de siempre, los que quieren implantar ideas foráneas a este vergel de país.
No entraré en discusiones que solo logran el menoscabo de nuestros más claros valores patrios.
Y le contestaré por privado la segunda carta recibida de usted: las características de los bultos permitidos en Florida (usted me entiende). Le adelanto que las bolsas deben ser transparentes.
Con estima editorial
Con estima editorial
El autodenominado Diretor
Y como forma de solventar los gastos que las Cartas al Diretor generan en este blog sin ánimo de lucro es que hoy insertamos una nueva columna que quizás se mantenga, aumente su caudal y hasta de más barrios provenga.
Con ustedes:
Los Avisos Cosificados
Comentarios
El poncho patrio quedó rabón para tapar tanta cagada de la elite meritocrática que durante décadas y a lo largo de generaciones nos han gobernado con su lógica de dueños feudales del campo dirigiéndose a la peonada.
Flaco
Si habrá quedado corto el poncho..., la bandera, el escudo ni el mausoleo subterráneo alcanzan para esconder los archivos de la vergüenza. Yo viví de joven el desgobierno del padre, y jamás hubiera imaginado que su hijo lo iba a superar
Anónimo
El poncho patrio quedó rabón para tapar tanta cagada de la elite meritocrática que durante décadas y a lo largo de generaciones nos han gobernado con su lógica de dueños feudales del campo dirigiéndose a la peonada. Flaco
ResponderEliminarSi habrá quedado corto el poncho..., la bandera, el escudo ni el mausoleo subterráneo alcanzan para esconder los archivos de la vergüenza. Yo viví de joven el desgobierno del padre, y jamás hubiera imaginado que su hijo lo iba a superar
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