por Trancazo
No se han terminado las repercusiones aún de la situación que vivieron un grupo de bravíos compatriotas, que en el fragor de una justa deportiva --sin duda la más reputada del más reputado de los deportes que se desarrollan en la Patria-- entendieron que debían dilucidar algunos inconvenientes, a golpes. Estos fueron casi simbólicos, pues no implicaron daños ni lesiones a los involucrados, y duraron apenas unos pocos minutos. Debemos tener la honestidad histórica de señalar que episodios como éstos y mucho más intensos aún no han sido ni son para nada raros en todas las épocas registradas por las crónicas. Sin embargo, el escándalo fue tal, que las autoridades se vieron compelidas a establecer proceso judicial sobre los actores del espectáculo deportivo, como una tragedia.
No se han terminado las repercusiones aún de la situación que vivieron un grupo de bravíos compatriotas, que en el fragor de una justa deportiva --sin duda la más reputada del más reputado de los deportes que se desarrollan en la Patria-- entendieron que debían dilucidar algunos inconvenientes, a golpes. Estos fueron casi simbólicos, pues no implicaron daños ni lesiones a los involucrados, y duraron apenas unos pocos minutos. Debemos tener la honestidad histórica de señalar que episodios como éstos y mucho más intensos aún no han sido ni son para nada raros en todas las épocas registradas por las crónicas. Sin embargo, el escándalo fue tal, que las autoridades se vieron compelidas a establecer proceso judicial sobre los actores del espectáculo deportivo, como una tragedia.
El célebre filósofo
rosarino Olmedo, Alberto señalaba:
"Si la vamos a hacer, la vamos a hacer
bien…"
Nosotros, integrante
del colectivo AVUELA (Anti-Violencia en el Uruguay En La Actualidad) entendemos
que las autoridades deben tener un mínimo de coherencia y enfoque. Si vamos a
encarar el bacilo, el flagelo de la violencia, hagámoslo. Si entendemos que las
escenas violentas la promueven, erradiquémoslas. Y es en esta línea, que nos
alzamos; es decir que alzamos nuestra voz (de modo no violento) para denunciar
con énfasis la hipocresía que por un lado condena con vigor una escaramuza
deportiva y por el otro tolera que niños, niñas y jóvenes estén todos los días
expuestos a la insidiosa vista de una tremenda escena de violencia feroz, sino
que además a ésta se la venera con la trascendencia de su situación y de su
destaque. ¡Qué otra cosa que no sea una apología de la violencia es esa
representación en 3D que han erigido en la plaza Fabini de Montevideo! (Av. 18
de Julio, Herrera y Obes, Colonia y Río Negro)¿Es que acaso estamos esperando
que pase algo para tomar medidas? Seguramente cuando un niño monte a caballo y
atraviese de un lanzazo a un compañerito, muchos se rasgarán las
vestiduras. Por eso es que ahora,
exigimos que se habilite el permiso de
demolición de esa construcción llamada "El Entrevero", afrenta en
bronce a todos los ciudadanos y ciudadanas que abominamos de cualquier conducta
violenta, incluido el ronquido en la siesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario