Todo empezó cuando nosotros dos (Ke Verba y Máximo Gur Méndez), haciendo uso de nuestros conocimientos de cultura general, nos dedicamos a recopilar el magnífico arte de dar nombre a las cosas.
Así parimos el pasado artículo de Los sinónimos del pene http://lagalanga.blogspot.com/2014/01/los-sinonimos-del-pene.html
Y como siempre una cosa trae la otra comenzaron a surgir otras inquietudes idiomáticas.
Ke Verba, muy fanfarrón, quiso encarar el asunto de los grandes glandes (rima difícil, si las hay).
Máximo Gur Méndez recordó en ese momento una máxima (valga la redundancia) que decía algo así como: "A la larga las mujeres se acostumbran. A la corta nunca".
Llegue a ustedes nuestro respetuoso saludo a los que la tienen en el percentil 50 o menos.
Cada vez que me afeito me rasco el glande.
Algunos le ponen nombre pero el mío tiene titulo de nobleza.
Si freno de golpe la inercia me rompe la bragueta.
Te apuesto que toco la bocina mientras aplaudo.
De frente soy un boludo pero de perfil parezco un sacacorchos.
Si tuviera trillizos podría alzarlos al mismo tiempo.
Para tener sexo seguro me tengo que poner una piñata.
Si me pongo pálido es porque ésta necesita como 5 litros de sangre.
Y para terminar les mostramos lo que eran los hombres de verdad, allá por el inicio de los Tiempos.
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