Por Tano de la Mondiola
El nivel que han alcanzado las estatuas vivientes últimamente es impresionante. Los hay con poses clásicas, pero ahora los hay con poses imposibles, que logran obviamente con artilugios de armazones de hierro ocultas, pero que no dejan de producir efectos sorprendentes. El despliegue de creatividad, ingenio y calidad artística es digno de elogio. Vayan algunos ejemplos gráficos que pudimos recoger en España.
Dos levitadores...
Pose imposible...
Otra pose imposible...
Y otra...
Una mas clásica.
Otra levitación.
Y tres clásicas...
El término estatua viviente se refiere a un artista callejero que se hace pasar por una estatua o maniquí, usualmente con maquillaje realista, inmobil, a veces durante horas a la vez.
El cuadro vivo, o grupo de estatuas vivientes, era una característica habitual de las fiestas y el boato medieval y renacentista. En los primeros años del siglo 20, la bailarina alemana Olga Desmond en "Las noches de la Belleza" posó desnuda en imitación de las obras de arte clásicas. Los pioneros estatuas vivientes callejeros, en su concepción actual, aparecen en Londres en los años 60. Luego puede citarse a Antonio Santos, también conocido como Staticman, hace de estatua viviente desde 1987 y estuvo en el Libro Guinness de los Récords entre 1988 y 1997 con el tiempo de mas de 15 horas de pie.
Posar como una estatua viviente es una forma frecuente de arte callejero, especialmente en lugares con un alto nivel de turismo. El artista estratégicamente elige un lugar, de preferencia uno con un alto nivel de tráfico peatonal, y fuera del camino. Crea la ilusión de completa quietud mientras está de pie. A veces, los transeúntes no se dan cuenta que la estatua es una persona real, y a menudo causa sorpresa cuando la 'estatua' les da un pequeño gesto (como un guiño). El objetivo es crear momentos de interacción que se traducen en una propina. La cantidad de dinero que un artista hace depende de su capacidad de interactuar efectivamente con la gente. Arte callejero vibrante y en evolución.
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