A Galeano le nacieron hijos
Y menos mal, porque es de una raza difícil de clonar
No hay histograma que pueda copiar ese código genético
Apenas su semilla fecundó la tierra, la regaron los miles de lágrimas de todos nosotros
Y germinó
Ya hay varios, cientos de galeanos pateando el futuro, en Guatemala, en París, en Vietnam, en Canadá, en Bolivia, en la rambla catalana, en las minas de Atacama, en Zacatecas, en los cafés del mundo, proclamando la vida con un capuchino y unas cuantas buenas historias
Durante un tiempo me lo cruzaba todas las semanas en la esquina de Río Negro
Brindábamos con un saludo a la vez: él, un gesto de sus labios y elevando las cejas con cara de ¿qué estarás leyendo?; yo, con mi mano por encima del hombro y aire de ¿en qué estará pensando?
Desde sus ojos color mar te hacía entender que todo seguía igual, o peor, y que había que pelear por el derecho a soñar, mientras la iglesia dominara y el capital te pedía que renovaras la fe
La epidemia de su siembra se contagia
Florece allí donde su voz cansada y grave ilumina los secretos de las pequeñas leyendas que él hacía inmensas, de sabiduría innata
De Eduardos quedó lleno este mundo, su mundo, nuestro mundo, un mundo de libretitas……………ese que estará ahora cuestionando en algún lugar eterno, denunciando lo desparejo, o festejando alguna buena salida del marcador de punta zurdo, o gozando de un buen café; preparándonos el camino por donde lo seguiremos, consecuentes
Gracias, gran maestro
Seguirás vivo en todos y cada uno
(N del E: Eduardo Galeano se dio en morir en abril de 2015.
Pocos días después El Flaco le escribía desde el Chile que lo recibió como trabajador de la salud)
Comentarios
Bellísimo. Para los hijos de Galeano abril es el otoño con sus hojas amarillas cayendo sin parar
Anónimo
Realmente excelente. Muchas gracias por el hermoso mensaje y recuerdo
Anónimo
Estuve en el Café brasilero el viernes pasado. Y me senté en la mesa, la del rincón a la derecha. La de la izquierda la supo frecuentar don Mario. Entonces ese abril del 2015 me llevó a rescatar el texto que había escrito para el homenaje en la embajada en Santiago.
Flaco
Bellísimo. Para los hijos de Galeano abril es el otoño con sus hojas amarillas cayendo sin parar
ResponderEliminarEstuve en el Café brasilero el viernes pasado.Y me senté en la mesa, la del rincón a la derecha.La de la izquierda la supo frecuentar don Mario . Entonces ese abril del 2015 me llevó a rescatar el texto que había escrito para el homenaje en la embajada en Santiago . Flaco
EliminarRealmente excelente. Muchas gracias por el hermoso mensaje y recuerdo
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