por Mínimo Gurméndez
En La Galanga hay de todo: hinchas de fóbal de Penadoy, de Naciomal, hasta de Defendido sin buscar mucho. Ateos, cristianos, no sabe no contesta. Carnívoros y ex veganos. Con buen oído musical o con una zanahoria en el pabellón auricular. Viviendo en el paisito o fuera; en la Capital o campo adentro.
En lo que todos somos contestes es en la sensibilidad humana a algunos temas. Y en los Desaparecidos no hay dos tipos. A todos nos une la misma piel, la misma entraña.
Así que sin ninguna dificultad estoy seguro que puedo escribir en nombre de mis otros hermanos y también en nombre de los y las Editoras de este pasquín.
Es que el hecho de haber encontrado un desaparecido/a más nos conmueve a todos.
Para quienes no saben de qué hablo: una de las tareas realizadas por el terrorismo de estado de nuestra pasada dictadura era torturar a todo detenido político aunque no fuera necesario. Había que maltratarlo, hacerle doler, mostrar que quienes te tenían encapuchado eran los que disponían de tu vida. Algunos se extralimitaban en la tortura y el detenido se les moría. A otros sencillamente se les asesinaba. Y algunas de las que sencillamente se les asesinaba eran las mujeres a las que se les había mantenido con vida hasta terminar su embarazo y, al parir y apropiarse de su hijo/a, se convertían en material de desecho.
Pero ya no entregaban los cuerpos con orden de no abrir el cajón: hace 40 - 50 años habían congeniado con las otras dictaduras latinoamericanas que era mejor esconder los cuerpos, que el horror y el dolor persistiera en la familia por siempre. Y así los terroristas de estado de nuestro paisito hicieron desaparecer a sus asesinados.
Hubieron connotados políticos uruguayos que negaron (y aún muchos niegan) que esto hubiera pasado. También estuvieron los que minimizaron el acto de barbarie (Lavenida padre dijo una vez que en Uruguay había una decena de desaparecidos como que 10 no era tanto a pesar que hay 197 registrados). Sangrinetti por su parte dijo que en Uruguay no había niños desaparecidos - apropiados, como que desaparecer a los 20 años ya es diferente.
Hoy y gracias a una búsqueda incansable (nunca mejor dichos ambos términos: se los busca sin datos - que seguramente los hay - y sin descanso y contra toda ayuda inexistente) se encuentra a alguien más.
Y eso da esa mezcla de alegría, llanto, esperanza, tristeza y rabia.
A casi todos.
Siempre hay un gran sorete. Por ejemplo el diputado bermellón, ex fiscal e hijo y sobrino de generales de la dictadura, Gustavo Bajaba que muy suelto de cuerpo dice "¡Qué casualidad que, en momentos en que se está por empezar a discutir la Ley de resarcimiento a las víctimas del terrorismo (obviamente solo menciona a las víctimas de la guerrilla urbana, no a los que aún sufren y penan de sus agravios por la dictadura; NdelE) se encuentre un cráneo en un predio militar!" (absolutamente SIC). De esta hijoputez no se vuelve.
Más vale quedémonos con una reflexión hecha por uno de los hijos de un desaparecido hallado: "Él siempre estuvo allí; hasta que lo encontramos."
Comentarios
Me revuelve el estomago, solo pensar en las atrocidades.
Pero me revuelve más el sentido comun, en pensar en los defensores de estas barbaries.
Anónimo
Pero me revuelve más el sentido comun, en pensar en los defensores de estas barbaries.
Anónimo
Memoria, verdad y justicia. Abrazo a las familias, que viven días muy difíciles cada vez que se anuncia un hallazgo y hasta que se identifican los restos.
Jorge Temponi
Jorge Temponi
Los muertos que vos matais gozan de buena salud (Pierre Corneille, 1643)... Son memoria viva del presente. Dictadura nunca más!!
Anónimo
Nunca más terrorismo de Estado
Anónimo
Suscribo de principio a fin Para los Lacalle o Cejinetti: a qué no se animan a ignorar a las víctimas del holocausto….?
Flaco
Me revuelve el estomago, solo pensar en las atrocidades.
ResponderEliminarPero me revuelve más el sentido comun, en pensar en los defensores de estas barbaries.
Memoria, verdad y justicia. Abrazo a las familias, que viven días muy difíciles cada vez que se anuncia un hallazgo y hasta que se identifican los restos.
ResponderEliminarLos muertos que vos matais gozan de buena salud (Pierre Corneille, 1643)... Son memoria viva del presente. Dictadura nunca más!!
ResponderEliminarNunca más terrorismo de Estado
ResponderEliminarSuscribo de principio a fin Para los Lacalle o Cejinetti: a qué no se animan a ignorar a las víctimas del holocausto….? Flaco
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