Desde Buenos Aires, Rudy (escritor articulista y humorista del periódico bonaerense Página 12, comediante; en fin, una mala ficha) manda fruta especialmente para La Galanga (y ésto no es joda).
Gracias Rudy y terminemos los trámites para integrarte como Editor y Responsable (editor irresponsable) de La galanga.
por Rudy
Leí parte del material sobre la asunción del nuevo Papa. Y me llamó la atención que les llamara la atención la manera argentina de
festejar el nombramiento dado que es la clásica manera que tenemos los
argentinos de festejar cualquier cosa que pase en el mundo, sea buena o mala
¿Encontraron la vacuna contra el Sida? ¡Todos a la Plaza!
¿La vacuna no sirve y es una estafa mayor? ¡Todos a la
Plaza!
¿Salimos campeones del mundo? ¡Todos a la Plaza!
¿Galtieri le declara la guerra a los ingleses? ¡Todos a la
Plaza!
¿Perdemos una guerra que no quisimos, conducida por un
genocida? ¡Todos a la Plaza!
Obviamente, ustedes se habrán dado cuenta, "Todos"
no son siempre los mismos "Todos". Digo, si hay 40 millones de
argentinos, y unos 10 millones vivimos entre la capital y los suburbios (léase
Gran Buenos Aires), conque vaya un 2%, digamos 200.000, la plaza explota.
Entonces, si hay que apoyar al gobierno, o criticarlo, o simplemente expresar
una duda cartesiana...¡Todos a la Plaza!
¿Qué íbamos a hacer entonces si eligen un Papa argentino? ¡Todos a la Plaza!
Lo que sí no entiendo, lo que yo no puedo entender, es la reacción del mundo... ¿Saben lo que
hacen al poner a un argentino como cabeza de una iglesia de miles de millones
de personas?
Argentina es un país bastante católico (yo no lo soy, ni católico ni bastante) pero
antes que católico, y antes que "bastante", es argentino. Con esta
elección, digo yo, pienso yo, ¡¡ llevaron "la argentinidad" al Vaticano!!!
Todos los que de alguna manera criticaban a la Argentina
(muchas veces con razón) se van a sorprender. Yo siempre creí que "lo
que pasa en la Argentina también pasa en el resto del mundo", ya que no creo que
haya "una muralla laser" alrededor de nuestra frontera, sino que todo
está bastante conectado con todo. Por supuesto, con matices, con aspectos, con
rasgos diferentes, pero no solo de país a país, también de ciudad a ciudad, de
persona a persona. Bien, esta es la hora en que el mundo me empieza a dar la
razón
Todavía no había asumido el Papa, y ya tuvo que desmentir
acusaciones de medios argentinos, sobre temas que, de alguna manera, terminan
"instalándose en el mundo" cuando antes no le daban bolilla. Todavía no había asumido el Papa., ya salió el primer ministro inglés a pelearse con
él por Malvinas. Todavía no había asumido el Papa, y en un reportaje público,
pidió ...¡ que gane San Lorenzo! ¿me
siguen? Yo no quiero eso, es más, como ciudadano, no me gusta nada, pero nada,
"mundializar" los temas argentinos. Pero no fui yo, de ninguna
manera, quien decidió esa elección, ¿verdad?
Si éramos insoportables de locales, nomás, que la Iglesia
lleve a un argentino a su su máxima jerarquía... ¡uh!
Por eso, como siempre digo: no es la Argentina (que también),
es el mundo entero el que es absurdo.
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